I. MUÑOZ. Salou
Los responsables de la atención sanitaria en la Costa Dorada catalana, donde veranean cada año miles de aragoneses, recuerdan a los turistas que este servicio debe prestarse únicamente en casos de urgencia o de dolencias agudas. Los médicos envían este mensaje para evitar que el aumento de usuarios que sufre el Instituto Catalán de la Salud en estas fechas revierta en una pérdida de la calidad asistencial. En este sentido, se quiere incidir en el hecho de que los enfermos crónicos, aquellos que precisan de un tratamiento de larga duración, deben ser atendidos en sus lugares de origen. Por ello, recomiendan a este colectivo de pacientes que preparen su viaje con antelación y que se desplacen con las reservas de fármacos suficientes.
Una localidad que sirve de termómetro para analizar la atención sanitaria a los aragoneses que disfrutan de sus vacaciones fuera de la comunidad es Salou, que pasa de 30.000 habitantes en invierno a más de 200.000 en periodo estival gracias, fundamentalmente, a los visitantes de Huesca, Teruel y, sobre todo, Zaragoza. La directora de su centro de salud, Laura Palacios, asegura que reciben “un volumen muy importante” de turistas, muchos de ellos aragoneses. Según datos de 2004, el 25% de los pacientes atendidos en este centro procedían de Aragón, lo que asciende a casi 13.000 consultas.
“Hemos tenido casos de gente que llama desde Zaragoza para pedir cita aquí (en Salou)”, comenta Palacios, que afirma que ese no es el servicio que se debe ofrecer a un turista. “Atendemos las patologías agudas, pero no las crónicas. Esas deben mirarse en su médico”, precisa. En todo caso, recuerda que la atención sanitaria es gratuita para el visitante nacional y que son “accesibles” a cualquier consulta. Sin embargo, algunos usuarios aragoneses han criticado ya el trato recibido y la negativa a recibir fármacos necesarios para su día a día y que ni siquiera responden tratamientos de larga duración.
Otitis, insolaciones, picaduras…
La mayoría de las atenciones a turistas en los centros de salud costeros son las típicos de estas fechas. “Hay muchas gastroenteritis, insolaciones, otitis…”, comenta Laura Palacios. Además, las personas mayores no son las únicas usuarias de este servicio. La actividad nocturna dispara las atenciones por intoxicación etílica, cortes y accidentes de tráfico. “El otro día tuvimos 44 urgencias en una sola noche”, resume.
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