La Franja

Los promotores de Gran Scala han sido desahuciados por falta de pago de las oficinas que alquilaron en su día en la plataforma logística de Zaragoza y que nunca llegaron a ocupar. Un juez ordenó recientemente el desalojo de las dependencias que tenía arrendadas International Leisure Development (ILD) en el edificio Binary Building. De hecho, otras compañías han entrado ya a trabajar en el espacio que debería haberse convertido en la sede española del consorcio impulsor del complejo de juego de Monegros.

Los promotores tienen además otro frente abierto con quienes fueran sus asesores de prensa a su llegada a Aragón. La agencia Estudio de Comunicación les reclama 88.000 euros, una cifra que se suma a los 200.000 que intenta cobrar en los tribunales el gabinete jurídico Garrigues, tal y como adelantó HERALDO el sábado. Pese a todo, el consorcio internacional insiste en que el proyecto de crear una especie de Las Vegas en Ontiñena sigue adelante.

Según ha podido saber este periódico, ILD habría abonado las mensualidades del alquiler con normalidad desde la primavera de 2008, cuando se firmó el contrato, hasta finales de 2009. Al producirse los primeros retrasos en el pago, se redujo la superficie alquilada -que en un principio era de 1.300 metros cuadrados- para rebajar la factura inicial. Y pese a que se abrió una negociación entre las partes para solucionar amistosamente el contrato, el caso acabó en desahucio el pasado mes de enero.

También cobraron sus honorarios con normalidad desde 2008 y hasta mediados de 2009 los responsables de Estudio de Comunicación. Ayer, fuentes de la agencia explicaron que fue al renovar el acuerdo por un año más cuando surgieron los problemas. «Ya vimos algo raro porque añadimos una cláusula por rescisión de contrato e intereses si había retrasos», señalaron. Por ese contrato la empresa exige el cobro de 69.000 euros más 19.000 en concepto de penalización. «Es una pena porque creímos en el proyecto y en sus promotores -dijeron-. Pero llegó la crisis y les afectó como a todos».

«Ordeñar la vaca»

Como ya hiciera el sábado al ser preguntado por su contencioso con Garrigues, International Leisure Development admitió ayer la existencia de discrepancias tanto con los propietarios de las oficinas de Plaza, como con el que fuera su gabinete de comunicación. No obstante, atribuyó todo a un «afán» de las empresas suministradoras de servicios por «intentar ordeñar al máximo la vaca» de los inversores venidos de fuera. «A esas tres empresas les hemos pagado ya más de un millón de euros», se justificó el abogado de ILD, Eduard Aguirre.

Sobre las oficinas, dijo que «nunca se les llegaron a entregar las llaves». «Tras renegociar con el propietario acabamos resolviendo el contrato, aunque había unas diferencias económicas pendientes», señaló. Sin embargo, negó haber recibido requerimiento alguno al respecto en las oficinas de ILD en Londres. «Otra cosa es que el propietario haya utilizado la artimaña de habernos notificado la demanda de desahucio en las mismas dependencias de Plaza», comentó.

En cuanto a la minuta de Estudio Comunicación, Aguirre aseguró haber pagado medio millón de euros en el primer contrato y haber alcanzado un «protocolo de acuerdo» para pagar el segundo «cuando haya una ampliación de capital de los socios». Y defendió el retraso en el pago, al considerar que la factura era «excesiva». «Nos sentimos muy mal tratados. Hemos invertido más de dos millones en España en un momento muy difícil y ahora parecemos los malos de la película», concluyó, al tiempo que insistió en que, «pese a quien le pese», el proyecto sigue «vivo».