El secuestro de los bienes en Lérida forzará al Museo de Barbastro a abrir con sus fotos
Ya se trabaja en el equipamiento del espacio expositivo, que se inaugurará en octubre.
La temida posibilidad, que ya se anunció hace más de un año, de que los bienes retenidos en Lérida tengan que ser sustituidos por fotografías en el nuevo Museo Diocesano de Barbastro es, de momento, la única solución. La medida afectaría a las aproximadamente 50 piezas de las 112 en litigio que está previsto exhibir.
La adjudicataria del contrato para el equipamiento del Museo Diocesano de Barbastro -la UTE formada por Ypunto Ending y Telefónica Servicios Audiovisuales- ya ha comenzado a trabajar en el mobiliario del centro, que se inaugurará el próximo otoño. El proyecto museístico contemplaba en su exposición permanente casi la mitad de las obras que la diócesis ilerdense, como depositaria, debe devolver a su legítimo propietario, el obispado de Barbastro-Monzón, según los sucesivos decretos del Vaticano. Entre ellas, se encuentran la docena que actualmente se pueden ver en el Museo de Lérida, y que resultarían fundamentales para completar el discurso planteado, como son el frontal de Tresserra, la arqueta y el retablo de Buira o la tabla de San Antonio Abad de Monzón.
El responsable de Patrimonio del obispado barbastrense, Enrique Calvera, puntualizó que “el proyecto -que se presentó en enero de 2009- no se hizo en función de esas piezas y sigue adelante”, pero reconoció que “tan verde” está su vuelta “ahora como entonces”. Y es que, descartada la entrega voluntaria de las obras por parte de Cataluña, y a la vista de la lentitud de las acciones judiciales iniciadas por la diócesis y la DGA para forzar su regreso -la solicitud para que un juez civil ejecute el decreto vaticano ha sido rechazada esta misma semana, aunque el auto será recurrido-, parece inevitable recurrir al ‘plan B’. Este consistiría, según explicó el propio Calvera en su día, en “dejar los espacios que ocuparía cada una de estas piezas en la exposición permanente y dejar constancia de ellas a través de una fotografía”, que a su vez serviría como “reivindicación” para exigir su devolución. En todo caso, el delegado de Patrimonio dejó claro que “son los técnicos de la DGA los que tienen que decidir cómo se resolverá este tema”.
En este sentido, desde el departamento de Cultura del Gobierno de Aragón reiteraron su confianza “en que las piezas reclamadas se incorporarán al centro. De no ser así, se tomarían las medidas oportunas desde el punto de vista técnico”. Las mismas fuentes confirmaron que está previsto que la musealización del espacio expositivo esté concluida en septiembre, por lo que Enrique Clavera auguró que “a mediados de octubre” podría abrir sus puertas el Palacio Episcopal, en cuya reforma, que ha durado cuatro años, se han invertido casi 10 millones de euros. De momento, las empresas encargadas del equipamiento trabajan en sus talleres y, según Calvera, “en breve” comenzarán a instalar el material en el Museo Diocesano.
Paralelamente, continúan los contactos para perfilar diversos aspectos relacionados con el funcionamiento y la gestión del centro. De hecho, el pasado martes tuvo lugar una reunión entre responsables de las cuatro instituciones implicadas -obispado, Gobierno de Aragón, Diputación de Huesca y Ayuntamiento de Barbastro- para seguir avanzando en estos asuntos.
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