Source: Y ahí está el catalán – Aragón – El Periódico de Aragón
A VUELTAS CON NUESTRAS LENGUAS
20/01/2019
«Aprendí a hablar y a escuchar por vez primera chapurreando el catalán como todos los de mi pueblo, y a leer y escribir en castellano. Aprendí la lengua del lugar, la de mis padres, la de mis paisanos , la que da nombre a las cosas y a las gentes de la tierra, a lo que se cría en la huerta, a lo que nace y crece allí mismo, a lo concreto, la lengua vernácula…»
(José R. Bada)Como define la GEA, «el territorio aragonés de lengua catalana es una estrecha zona que se extiende a lo largo de la frontera con Cataluña, desde los Pirineos… hasta el Maestrazgo….Tiene una extensión de 5.370 km2 (11,3 % del total de Aragón) y 70.000 hab. (63 %)». Ello ha sufrido, por cuestiones políticas, muchos problemas en las últimas décadas.
Supuso un cambio decisivo la labor de Pepe Bada, consejero de Cultura y Educación en el Gobierno de Santiago Marraco (1983-1987), quien, aparte de otras magníficas tareas, sin apenas medios materiales ni humanos, defendió con leyes, actos, escritos, palabras, la lengua catalana hablada en Aragón. En su apoyo firmaron la llamada Declaración de Mequinenza (1 de febrero de 1984) los alcaldes de 17 ayuntamientos de la zona catalanoparlante aragonesa junto con Bada, quien el 1 de octubre de 1985 firmaba y publicaba en el BOA un convenio entre la DGA y el Ministerio de Educación y Ciencia para la enseñanza del catalán como asignatura voluntaria y evaluable en los colegios de la zona. (Cuando al fin se constituyó el Consejo Superior de Lenguas de Aragón en el 2010 fue su primer presidente como miembro de mayor edad, y yo añadiría mayor respeto y mérito).
Pronto se manifestó el malestar de quienes no estaban de acuerdo con esa política. Muchos de ellos, para negar el catalán le llamaban «chapurreau», asegurando que era un idioma propio diferente (en realidad uno de sus dialectos). Todavía esa denominación peyorativa, según un estudio de 520 encuestas publicado en 1995 la preferían el 46,73 % de los hablantes, y solo el 9,23 % prefería català o catalán. De nuevo el tema volvió a plantearse por el Gobierno socialista de Marcelino Iglesias (de Bonansa, zona catalanoparlante), mediante la Ley 10/2009 de uso, protección y promoción de las lenguas propias de Aragón, a la que la oposición orquestó sonadas protestas en 2009.
En el verano del 2012, Antonio Pérez Lasheras encabezó desde el Departamento de Filología Española de nuestra Universidad y Rolde («Una parte importante de nuestro patrimonio inmaterial lo constituyen las lenguas») una gran alerta ante la intención del nuevo Gobierno de Aragón (PP-PAR) de derogar aquella ley sustituyéndola por otra que les negaba incluso su propia denominación. Instaba a la comunidad científica, vanguardia intelectual de la sociedad, a posicionarse. Artur Quintana (El catalán pervive en Aragón) se sumaba a las acciones de profesores de Filología Catalana de la Universidad (María Rosa Fort, Javier Giralt, María Teresa Moret) reconociendo el catalán como lengua hablada en la Franja de Aragón: se habló y se habla. Lo mismo hicieron las asociaciones de la Franja en un manifiesto firmado por esas fechas en Calaceite, dirigido a la consejera de Cultura M. Dolores Serrat.
Pero, ya en el 2013, el PAR, socio de gobierno del PP en Aragón y en las Cortes Generales, instaba a Baleares y Comunidad Valenciana a crear un frente común para plantar cara a lo que calificaban de «imperialismo» del nacionalismo catalán. Les apoyaban los gritos de la Plataforma aragonesa No Hablamos Catalán, que denunciaba a la catalana TV3 por haber «amañado» un reportaje para defender que en esos municipios se hablaba catalán. En fin, una Ley aprobada con los votos del gobierno del PP y PAR y publicada en el BOA el 24/05/13 excluía al catalán –hablado por un 5% de los aragoneses– de nuestras lenguas oficiales: ahora se llamaría LAPAO (siglas de «lengua aragonesa propia del Aragón oriental»).
Aquella barbaridad fue derogada por el nuevo gobierno socialista con CHA incluyendo de nuevo el aragonés y el catalán como Lenguas Propias de Aragón, vehiculares en el currículo de Primaria. Según un estudio del 2015 del Seminario Aragonés de Sociolingüística (vinculado a la Universidad), a partir de los datos del Censo del INE (2011), en Aragón 55.513 personas sabían hablar catalán. Luego, en abril del 2016 muchas personas firmaron una alegación en la que se decía que todos los centros aragoneses de Educación Infantil y Primaria donde se imparte la lengua catalana fueron autorizados en su día (a petición de sus comunidades educativas y elección voluntaria para el alumnado) para la impartición, dentro de su horario escolar lectivo, de tres horas de lengua catalana semanales por lo que no sería conveniente ni retroceder en la ampliación horaria ni extraer a un horario extraescolar esa impartición.
El Ejecutivo de Lambán acordó una serie de subvenciones a instituciones locales y asociaciones que fomenten actividades en aragonés y catalán. Pero en enero del 2017 informaba Público de que «La demanda de actividades escolares en catalán y aragonés se desborda en Aragón… [pero añadía que] la escasez presupuestaria de la comunidad deja sin financiación más de 150 iniciativas de escuelas e institutos de todo el territorio para enseñar las lenguas propias del país». Ello frenaba los entusiasmos: en junio del 2017 informaba EL PERIÓDICO que «El uso del catalán en las comarcas del Aragón oriental… ha descendido en los últimos diez años… El 52% de los habitantes de la zona aseguran utilizar el catalán como lengua habitual, algo que contrasta con las cifras de 2004 que detectaban un amplio 71,1%»: «El envejecimiento de los hablantes y los nuevos inmigrantes condicionan su futuro, sube el aprendizaje del idioma y su calificación peyorativa está en retroceso».
Se añadía que el uso del catalán había descendido entre los hablantes de entre 15 y 29 años y preferían el castellano el 44,1% de las familias frente al 39,6% por el catalán. El Matarraña era la comarca con más vigor: 65,5% de las familias se comunica en catalán. Precisamente allí era denunciado el director del Instituto de Valderrobres Iñaki Belanche por «imponer el catalán en sus enseñanzas» a lo que contestaba que «la nueva organización se ampara en la legalidad del currículo de Educación Secundaria Obligatoria (Orden ECD/489/2016, de 26 de mayo, por la que se aprueba el currículo de la Educación Secundaria Obligatoria y se autoriza su aplicación en los centros docentes de la Comunidad Autónoma de Aragón)… Somos el único centro en la provincia de Teruel con una población que tiene otra lengua…».
No tengo espacio ni tiempo para abordar las meritorias tareas sobre el catalán en Aragón de algunas editoriales, en especial Aladrada. Sí para ofrecer a nuestros lectores un e-book gratuito, Ante Cataluña que en el verano de 2014 editó E-cícero, en el que recogía cuarenta años de escritos sobre su lengua, cultura y política. Y recordar que en Pena-roja de Tastavins tuvo lugar el verano de 2017 la entrega del premio Desideri Lombarte 2016, instituido por el Gobierno aragonés, que en esta primera edición se concedió con gran acierto ex aequo a José Bada Panillo y Artur Quintana i Font, reconocendo así la magnífica tarea de ambos en la dignificación y difusión del catalán en Aragón.
Cerraré haciendo mías las palabras del segundo, gran estudioso del catalán hablado en Aragón: «La salvaguarda de este patrimonio aragonés que es la lengua catalana difícilmente podrá llevarse a cabo si las distintas administraciones y gran parte de la sociedad aragonesa, y española en general, persisten en las actuales actitudes extremadamente tibias en relación con cualquier medida de normalización de la lengua catalana en el mejor de los casos, o se muestran francamente hostiles a dichas medidas. Hay aquí una intensa labor de autocrítica por hacer. Dejar esta salvaguarda en un grupo de activistas es simplemente, o intencionadamente, suicida».
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