El TSJA ha admitido el recurso de la Fundación Gaspar Torrente (FGT), vinculada al partido político Chunta Aragonesista, en lo relativo al currículo aragonés, y ha suspendido cautelarmente su aplicación en el presente curso para el aragonés. El recurso de la FGT se basaba en un único argumento: que la norma ortográfica propuesta provisionalmente hasta la creación de la Academia Aragonesa de la Lengua complicaba el aprendizaje o podía causar numerosos perjuicios.
En este sentido, la Asociación Cultural Nogará afirma que la FGT “ha hecho creer al TSJA que en los centros educativos se empleaba ¿desde hace cuatro décadas? una sola norma ortográfica, deslegitimando el proceso que está detrás del Estudio de Filología Aragonesa y haciendo creer que se trata de una asociación privada convencional. Pero, todavía es más grave la fea campaña que se está lanzando para desprestigiar el trabajo que están haciendo determinadas personas por el aragonés”.
Por eso Nogará quiere aclarar algunas cuestiones y aportar su posición con el siguiente texto:
Desde que en 1997 las Cortes de Aragón solicitaron al Gobierno PP-PAR la elaboración de una ley de lenguas, pasando por la infructuosa espera en las legislaturas PSOE-PAR que dieron una tardía ley tibia, no se han logrado consolidar necesidades básicas para el aragonés como el nombramiento de una academia oficial ni la normalización en la escuela.
Durante este sueño de los justos el movimiento del aragonés se movió. En 2005, el proceso de Chuntos por l’aragonés intentó alcanzar lo que el gobierno no hacía, es decir, constituir una autoridad lingüística, la Academia del Aragonés. Al final se constituyó con la denominación legal de Estudio de Filología Aragonesa (EFA) y la marca Academia del Aragonés. Un 80% del II Congreso del Aragonés lo refrendó.
El compromiso normativizador de esta entidad tuvo como fruto una propuesta gráfica presentada en 2009, enmendada por los congresistas, y publicada en 2010. Mientras tanto el Consejo Superior de las Lenguas de Aragón trataba de crear las academias del aragonés y el catalán, aunque finalmente no fue posible.
La ortografía del EFA es fruto de un consenso entre personas que empleaban diferentes ortografías, incluyendo partidarios y detractores de la ortografía cuasifonética del 87. Pero la falta de apoyo por parte del Gobierno continuó deteriorando el consenso dentro del movimiento del aragonés. El cambio de Gobierno en 2011, otra vez PP-PAR, pero mucho más virulento contra las lenguas, especialmente contra el catalán, hace que vea la luz una nueva ley de lenguas recortada y enmudecida, que negaba su nombre al aragonés y al catalán, nombrados con circunloquios que se hicieron famosos en toda España.
No obstante, incluso con un marco legal hostil, y un gobierno apoyado por partidos como el PP y el PAR, el buen hacer de personas como Manuel Castán y Fernando Romanos ha hecho que la presencia del aragonés se haya incrementado precisamente en este tiempo. Aprovechando la coyuntura de la nueva y polémica LOMCE, se ha presentado la oportunidad de hacer, por primera vez, el currículo de la lengua aragonesa en primaria ampliando las posibilidades de empleo dentro del horario escolar.
Es claro que en el tema del currículo el Gobierno de Aragón ha actuado con prisas e improvisación, cometiendo errores y modificaciones a posteriori que incluso han ensuciado el trabajo de los asesores. Un trabajo más pausado tendría que haber permitido también la participación de más actores, como los maestros interinos que estaban impartiendo clases este curso, quienes no participaron en la redacción del documento, si bien tampoco (excepto alguna excepción) asistieron al seminario en el cual se iba a tratar el proceso del nuevo currículo. Pero este análisis del papel del Gobierno hace falta complementarlo con el análisis de la presencia del aragonés en la escuela.
Según los datos, la presencia del aragonés, siempre como extraescolar, ha crecido sostenidamente desde su introducción en el curso 1997-98 de 4 centros y 4 profesores a los 8 centros y 8 profesores en el presente curso, pudiéndose ampliar a lo largo del curso.
Con este pequeño análisis cuantitativo, y haciendo comparación con los diferentes marcos legales y gobiernos, podemos sacar una conclusión: la acción política, a menudo, es puro folclore, puesto que en los Gobiernos PP-PAR es cuando peor se ha tratado formalmente el aragonés pero cuando más profesores y centros se ha añadido a la enseñanza del aragonés (7 profesores), mientras que el Gobierno PSOE-PAR que alargó la aprobación de a ley 10 años, solo introdujo un profesor (aunque sí que hubo algún aumento en las horas de los maestros). También hace falta recordar que al final del Gobierno PSOE-PAR se creó el programa Luzía Dueso que todavía hoy continúa funcionando muy satisfactoriamente.
Repasada la historia, hace falta decir que la Fundación Gaspar Torrente ha atacado la política del Gobierno de Aragón, en algunos aspectos nefasta, pero también ha atacado el trabajo de los asesores de lenguas, que han hecho un trabajo impagable por el aragonés. Dicha Fundación ha atacado especialmente el currículo del aragonés por el tema del uso de una grafía provisional (la Propuesta Ortográfica del EFA), cuando no hay ninguna razón para hacerlo, e incluso ha hecho creer que existe “desde hace cuatro décadas” una tradición ortográfica establecida en las escuelas. La realidad es que cada maestro hacía servir hasta ahora la ortografía que mejor le parecía. La Orden de la Consejería va en la línea de emplear una sola ortografía (la que establezca la Academia Aragonesa de la Lengua) y fija como norma provisional la Propuesta Ortográfica publicada en 2010 por el Estudio de Filología Aragonesa.
Desde nuestra asociación, creemos que, más allá de la norma ortográfica, el modelo de lengua y las acciones sociolingüísticas para dignificar a lengua y favorecer la transmisión generacional son los aspectos más importantes. Es evidente que la falta de un consenso pleno en el tema normativo es un inconveniente, pero no se puede emplear como argumento, ante todo si quien lo critica ha hecho saber que no cedería ni en una coma su propuesta. Nogará solicita a la Fundación Gaspar Torrente, al Consello d’a Fabla Aragonesa y al Rolde de Estudios Aragoneses que cambien su actitud y sean capaces de trabajar en conjunto y en positivo, como lo hace el resto del movimiento del aragonés.
En estos momentos nos da pena recordar que hace año y medio Nogará tuvo que abandonar la coordinadora Aragón Trilingüe porque, quienes hoy lideran esta ofensiva contra a implantación del aragonés en horario escolar, Ignacio López Susín (representante en a plataforma del Rolde de Estudios Aragoneses) y Miguel Martínez Tomey (representante de Chunta Aragonesista), hicieron pública, por error, su intención de “minar” a las personas que están haciendo el trabajo que arriba detallamos. Esto nos hace pensar que detrás de este recurso, y las consecuencias que a todos niveles puede tener para el aragonés, hay intenciones de control político de la lengua.
Cabe recordar que Nogará es fiel al espíritu y el proceso de Chuntos por l’Aragonés y el II Congreso, igual como fue al I Congreso. Sin embargo, somos conscientes de que la realidad de hoy es diferente y creemos que las circunstancias obligan a los colectivos y agentes sociales a hacer un especial esfuerzo para saltar el conflicto que se visualiza en el tema gráfico pero que trasluce problemas de otra naturaleza, y a ampliar en lo posible los consensos. Así mismo apelamos a la sensatez y responsabilidad de los partidos políticos a que no empleen la política en contra de la lengua, y a que, en sus acciones de política lingüística, reconozcan y hagan confluir todas las sensibilidades pensando en el futuro de la lengua y de su transmisión generacional.
Comments