Un guiño a Calanda en la Semana Santa de Tarragona.
- Escrito por Emma Zafón
Lo que podría haber sido un motivo de tensión entre dos territorios vecinos se ha quedado en una simpática anécdota que sale a la luz en la cuenta atrás de la Semana Santa. Todo empezó hace varios meses, cuando un grupo de tarraconenses preocupados sobre la pérdida de identidad de su festividad decidió impulsar unas camisetas con el logo «Tarragona is not Calanda!!» (Tarragona no es Calanda). El artífice del diseño es el maestro escultor de la capital de la provincia vecina, Sergi Amenós, quien defendió que el objetivo de la campaña no es molestar a los calandinos.
«Al contrario -justificó- buscábamos concienciar a los vecinos de que los tambores y bombos que se están introduciendo en las procesiones desde hace una década no son propios de nuestra celebración». Según este tarraconense, desde el año 2000 las cofradías de la localidad han incorporado de manera masiva los tambores y bombos a las celebraciones. «Se ha roto parte de la esencia de nuestra celebración ya que la Semana Santa de Tarragona se ha caracterizado siempre por el más absoluto silencio». En este sentido, el diseñador escogió la referencia a Calanda al tratarse del «municipio más conocido donde se tocan estos instrumentos».
Precisamente, este detalle ha sido el que ha suscitado el elogio entre los calandinos, al considerar que se ha ensalzado todavía más la fama de su seña de identidad «semanasantística». El alcalde de la localidad, José Ramón Ibáñez, reconoció que la anécdota le había resultado simpática y que resulta todo un «elogio que para alguien de fuera Calanda sea sinónimo de tambores y bombos».
Asimismo, Ibáñez añadió que entiende que los tarraconenses quieran «defender la esencia de su Semana Santa, que no se caracteriza por los tambores y los bombos como en el Bajo Aragón».
Más de 200 camisetas
El responsable de la campaña explicó que se han editado más de 200 camisetas para que el mensaje cale entre la población de Tarragona. «Todavía no se han repartido todas pero es cierto que la gente va tomando conciencia de que hay que suprimir los tambores y bombos de nuestra fiesta», añadió Sergi Amenós. El objetivo es que la Semana Santa de Tarragona vuelva a salir a la calle como lo hacía antaño, en el más absoluto de los silencios. «Al fin y al cabo, cada celebración tiene su identidad y nosotros tenemos que defender la nuestra», concluyó el escultor.
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