Trabajo Fin de Grado
Cambio de código y transferencia en adolescentes bilingües de la Litera (Huesca)
Autora: Vera Ara Blázquez
Director: Javier Giralt Latorre
Facultad de Filosofía y Letras.
2020
Source: El detenido por la agresión sexual a una mujer de 93 años en Tamarite de Litera es un joven de 24
El arrestado forzó la ventana de la casa para acceder a la vivienda de la víctima. Se hirió al romper el cristal y dejó un rastro de sangre.
La Guardia Civil de Huesca ha confirmado la detención de un joven de 24 años de origen subsahariano como presunto autor de la agresión sexual a una anciana ocurrida el pasado fin de semana en Tamarite de Litera. Además está acusado de allanamiento de morada. Para acceder a la casa donde vivía la víctima forzó una ventana del domicilio y una vez en el interior la agredió. Se hirió al romper el cristal, dejando un rastro de sangre. La Guardia Civil cuenta con esta y otras evidencias biológicas, así como con indicios físicos, de su presencia en el inmueble, donde la mujer vivía sola.
Los hechos ocurrieron el pasado sábado cerca de la medianoche. Tras recibir el aviso, agentes de Tamarite de Litera se personaron inmediatamente en el lugar, pero el autor de los hechos ya había abandonado la vivienda. La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación, que culminó el domingo por la tarde con la detención del supuesto autor de los hechos, un varón de 24 años que es vecino de la Comarca de La Litera y que está acusado de los delitos de agresión sexual y allanamiento de morada. El arrestado residen en Tamarite desde hace poco tiempo. Según la agencia Efe, que cita fuentes judiciales, permaneció hasta su mayoría de edad en un centro de Lérida, del que fue finalmente expulsado a causa de su comportamiento.
La investigación se inició tras una exhaustiva inspección ocular de la vivienda por parte de Policía Judicial de la Guardia Civil, según han explicado desde la Comandancia de Huesca. Allí se recogieron numerosos indicios tanto biológicos como físicos, que permitieron dar con el supuesto autor.
En la averiguación de hechos han participado agentes de la Sección de Investigación Criminal de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Huesca, del Laboratorio de Criminalística de la Comandancia de Huesca, del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Barbastro y del puesto de Tamarite de Litera.
El detenido se encuentra custodiado en dependencias oficiales a la espera de ser puesto a disposición judicial del Juzgado de Guardia de Monzón. Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Aragón, el juzgado número 1 de esa ciudad ha abierto diligencias, y está a la espera de que se le remita el atestado preliminar de las diligencias policiales.
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Source: “Los curas aragoneses nos rebelamos porque querían separarnos por la lengua”
Los párrocos José Huerva y Aurelio Ricou recuerdan, 25 años después, la desafección que existía hacia el obispado de Lérida.
“Si las parroquias se hubieran quedado en Lérida, esto formaría parte hoy de Cataluña. Nos jugábamos los límites de Aragón, y por eso también fuimos a visitar a todos los líderes políticos (Santiago Lanzuela, Marcelino Iglesias…) advirtiéndoles de la jugada que se preparaba”. José Huerva, hoy párroco de Alcolea de Cinca y ecónomo de la diócesis de Barbastro-Monzón, lideró la revuelta de los curas a favor de la segregación de Lérida junto a José María Lemiñana, ya fallecido, párroco de Roda de Isábena, cuna del antiguo obispado. Huerva revela, al cumplirse hoy 25 años del decreto de trasferencias de las parroquias del 15 de junio de 1995, las maniobras para traspasar únicamente el territorio castellanoparlante, y habla de las tensas reuniones con la curia vaticana.
Los sacerdotes intentaron primero que se les concediera un vicariato para disfrutar de cierta autonomía. “Si lo hubieran hecho, nunca hubiéramos pasado de diócesis, pero el obispo no tuvo visión, se cerró”, cuenta Huerva, al que nombraron arcipreste del Cinca Medio en 1989.
La coordinación pastoral era con Aragón, pero las cuestiones económicas y jurídicas, las clases de Religión o el patrimonio se definían en Cataluña. “Nuestra zona estaba muy abandonada y no podíamos consentir que eso nos desanimase en el trabajo pastoral. Empezamos a organizarnos porque la desafección con la diócesis de Lérida era muy grande”. Detrás de este movimiento había 30 sacerdotes, casi todos los de las parroquias aragonesas. Huerva recuerda que lo eligieron a él como portavoz porque Lemiñana estaba muy significado en contra del obispo de Lérida. “El primer encuentro con el nuncio fue muy desagradable”, asegura.
Dos episodios contribuyeron a radicalizar las posiciones. La Conferencia Episcopal aprobó en 1981 la propuesta de los obispos aragoneses de reestructurar la diócesis de Lérida, por 50 votos a favor, 13 en contra (los obispos catalanes) y 4 abstenciones, y cuando el camino parecía allanado el Vaticano dictó una dilata y aplazó la solución.
La rebelión se acabó de fraguar al conocer que Lérida quería transferir a Aragón únicamente las parroquias de habla castellana. De hecho, aunque el decreto del 1995 las incluyó todas, el pase de las del Bajo Cinca y La Litera se dilató hasta 1998. “Teníamos noticias de que solo iba a pasar la parte de habla castellana, que es la que estorbaba a Lérida. Estaba todo ya tramado, pero había un elemento muy importante, se cortaban los arciprestazgos, lo que implicaba una división política no eclesiástica. Decidimos no obedecer a consignas políticas, vinieran de donde vinieran. Nos rebelamos y fuimos a hablar con el nuncio una y otra vez. Le dijimos que era una barbaridad. Llevamos documentación, un mapa de los catalanes, y conseguimos pararlo”, explica Huerva, quien viajó dos dos veces a Roma, “a explicar que no era una desobediencia a nuestro obispo sino una desafección”. “No queríamos que nos dividieran, no queríamos la solución salomónica de la mitad para uno y la mitad para otro”, añade, rememorando los años duros (1990-1995), muy dolorosos, “incluso con anónimos y amenazas”.
El proceso se retardó, argumenta, porque los obispos de Aragón “tampoco se mojaban y no nos daban crédito”, hasta que se destapó la división lingüística. “Al final se hizo en dos fases pero pasaron todas las parroquias”, concluye Huerva.
De las 43 parroquias con bienes retenidos en Lérida, Roda de Isábena es la que reclama más obras, 26. Al frente está el ribagorzano Aurelio Ricou, sucesor de Lemiñana, quien recuerda haber vivido aquellos años “con mucha expectación”. La diócesis de Barbastro estaba “estrangulada” y era “absurdo” que buena parte del Aragón oriental siguiera perteneciendo a Lérida, un contrasentido en la España de las autonomías. “Incluso a nivel económico, las colectas se recogían en Aragón y ese dinero se iba a Lérida”. Ricou siente que no retornaba en el mantenimiento de casas parroquiales o iglesias o en atender las necesidades sociales a través de Cáritas.
“Fueron esencialmente los curas los que hicieron explotar todo”, afirma el párroco, lamentando que el traspaso no sea efectivo del todo mientras las 111 obras de arte sigan en Cataluña. “Ambrosio Echebarría se fió, pero no cumplieron. Huesca había contribuido mucho a la diócesis, con los bienes y también con sus colectas”. De su iglesia salieron además valiosos documentos, entre ellos 44 códices. “Lo del archivo incluso es de más valor, imagino que cuando se solucione el otro asunto, habrá que volver a la carga”. Aurelio Ricou agradece a José María Lemiñana que en ese tránsito salvaguardara lo que quedaba en Roda.
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