Más del 95% de los padres y madres de la localidad respaldan que la optativa se imparta dentro del horario normal del centro y no en séptima hora
Un total de 174 padres y madres calaceitanos han presentado un documento firmado por todos ellos para exigir que el IES Matarraña incluya la asignatura optativa de Catalán dentro del horario lectivo, de 8.30 a 14.25. Tras la implantación de la Lomloe está previsto que en los cursos de 1º y 2º de ESO esta asignatura se imparta en séptima hora, de 14.30 a 15.20. Algo que para estas familias supone «imposibilitar» de facto el asistir a esta asignatura.
Los firmantes, padres de alumnos del IES y del colegio de la localidad, suponen el 97% de las familias de Calaceite con hijos que cursan estudios de Primaria, Secundaria y Bachillerato. «Hemos constatado que en Calaceite tenemos muy claro que nos parece muy útil que nuestros hijos aprendan y estudien el catalán. Tenemos firmantes de todo el espectro político, religioso y cultural», afirma Susana Martí, una de las madres que impulsó la recogida de firmas casa por casa. Los organizadores de la recogida de firmas subrayaron que actualmente son 30 los alumnos de Calaceite que estudian en el IES Matarraña de Valderrobres y creen que con el modelo propuesto es «inviable» que los jóvenes puedan optar a esta asignatura.
La recogida de firmas surgió tras la queja manifestada por la Associació de Pares i Mares en Defensa del Catalá, Clarió, a finales de junio. Desde la entidad se planteó que el IES aumentase sus horas lectivas semanales y reajustase sus horarios para incluir al catalán dentro del horario lectivo. Celebró el pasado día 26 una reunión informativa en la sede de la Comarca del Matarraña que contó con la presencia de decenas de madres y padres y en la que se expusieron ejemplos de otros institutos de las comarcas catalanohablantes de Aragón como los de Tamarite, Maella, Fraga y Mequinenza. «Es el único instituto de Aragón en el que se imparte el catalán en séptima hora. Nos parece que es una manera de directamente hacer imposible que nuestros hijos estudien su lengua materna», añade Martí. Días después de la citada reunión, desde el centro educativo subrayaron que de cara al próximo curso es «inviable» el reajuste de horarios que demandan algunas de las familias.
El transporte, principal escollo
Los padres y madres subrayan que además del sobresfuerzo que supone para los estudiantes quedarse en el centro hasta las 15.30, el problema se ve agravado por el transporte. Son los propios padres los que deben hacerse cargo de recoger a sus hijos a la citada hora. Otros recurren a un servicio de taxi. Educación ya se comprometió el año pasado a pagar estos desplazamientos pero lo cierto es que la partida presupuestaria aún no se ha ejecutado.
Por su parte, desde el centro educativo reconocieron esta situación y destacaron que la modificación de las rutas de transporte supondría otro de los escollos para el demandado reajuste horario.