Política hidráulica.
La DGA acepta el trasvase a Cataluña y pide más sensibilidad con Aragón
El Gobierno dice que la transferencia debe ser “transitoria y temporal”.La oposición critica con dureza el informe preceptivo del Ejecutivo.
16/01/2010 M. VALLÉS
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El Gobierno de Aragón aceptó el trasvase a cuatro municipios catalanes que no pertenecen a la cuenca del Ebro. Es un sí, pero condicionado. El Ejecutivo solicita que la “transferencia de caudales sea temporal y transitoria”. Todos los grupos de la oposición criticó con dureza la decisión. El agua se destinará al uso de boca, algo que ha tenido un peso determinante en la autorización de la DGA. A pesar de ello, se solicita al Estado “la misma sensibilidad (hacia Aragón) que se mantiene hacia otras comunidades autónomas”.
La aprobación del trasvase por parte del Gobierno de Aragón era previsible. El uso para abastecimiento de boca y el bajo caudal solicitado, hacían complicada una decisión contraria. En todo caso, el informe del Ejecutivo de Iglesias es preceptivo, pero no vinculante. Es decir que Madrid tenía la última palabra. Y seguramente el trasvase se hubiese hecho de todas formas, aunque existiera un dictamen negativo de esta comunidad.
De todas formas, no ha sido así. El informe estima que el proyecto de abastecimiento desde el canal Segarra-Garrigues implica una “transferencia pequeña” a los municipios tarraconenses de Forès, Les Piles, Santa Coloma de Queralt y la localidad barcelonesa de Montmaneu. Y que por ello “no afecta a los derechos de las generaciones presentes y futuras de los aragoneses”, según figura en el dictamen.
CRÍTICAS
Aunque se esperaba la decisión afirmativa, los grupos políticos aragoneses cargaron contra el informe emitido por la DGA. El portavoz del Grupo Parlamentario Popular de las Cortes, Eloy Suárez, afirmó que, Marcelino Iglesias, “ya no engaña nadie”, y que el sí a la transferencia “demuestra que apoya cualquier trasvase del Ebro”. Y recordó que “Iglesias ya se quitó la careta de adalid antitrasvasista con el proyecto de Barcelona que respaldó sin fisuras y que solo fracasó por la lluvia”.
Izquierda Unida, por su parte, reclamó al Ejecutivo autonómico que exija a Cataluña garantías de que la transferencia de caudales del río Segre, afluente del Ebro, a cuatro municipios catalanes sea “temporal y transitoria”. El secretario general de IU en Aragón, Adolfo Barrena, subrayó que el Gobierno de Aragón debería ser “contundente” a la hora de pedir precisiones.
La presidenta de CHA, Nieves Ibeas, aseguró que los socios de Gobierno “quieren aprobar el trasvase lo más rápida e inadvertidamente posible”. Y tildó de “cobarde” la decisión de hacer público el dictamen sin que nadie de la DGA “diese explicaciones”.