El órgano critica que la DGA no les haya remitido el texto legal. Considera que las denominaciones que propone la norma son “ambiguas”
M. VALLÉS 04/08/2012
Edición en PDF
Para acceder a los contenidos de la hemeroteca debe ser usuario registrado de El Periódico de Aragón y tener una suscripción.
Críticas en las formas y en el fondo. El Consejo de las Lenguas de Aragón ha emitido un comunicado en el que carga con dureza contra el Ejecutivo autonómico y el departamento de Educación a raíz de la reforma de ley que reconocía las lenguas propias de la comunidad. Ni se les ha remitido el texto legal, ni se les han consultado las modificaciones introducidas, que tildan, en algunos casos, de “frívolas”.
El consejo manifiesta su malestar por no haber recibido directa y oficialmente el texto del llamado Anteproyecto de Ley de Lenguas y modalidades lingüísticas de Aragón, pues, según la normativa vigente (Ley 10/2009), es el organismo competente en materia de asesoramiento sobre política lingüística en Aragón.
Pese a ello, una vez estudiado el texto, el consejo considera que la nuevo ley aprobada por el Gobierno PP- PAR adolece de un defecto esencial en relación con la caracterización de “las lenguas y modalidades propias de Aragón”. Al denominarlas a todas ellas genéricamente con el adjetivo “aragonesas”, no distingue adecuadamente la diversa filiación de los conjuntos lingüísticos aludidos, que se corresponden, respectivamente, con las lenguas románicas “históricamente reconocidas como aragonés y catalán”, explican.
EQUÍVOCOS En opinión del consejo, al identificarse el término aragonés con uno de los conjuntos lingüísticos propios de Aragón, “la ley debe dejar claro cuáles son, sin equívoco, las lenguas y modalidades lingüísticas –o ámbitos lingüísticos– que determina”, explican. “Caben matizaciones sobre el nombre de las variedades lingüísticas de Aragón, pero no cabe crear equívoco sobre la especificidad diversa de su esencia”, sentencian. Y añaden: “Una ley no debe inducir a error; y una ley que trate sobre las lenguas y las modalidades lingüísticas de Aragón, no puede tratar con frivolidad los resultados reconocidos mundialmente en materia de filología románica”.
La “inadecuada ambigüedad” señalada en el anteproyecto se hace más evidente, según el consejo, en el capítulo III del texto legal, donde se incurre incluso en una contradicción. En él se reconoce la Academia Aragonesa de la Lengua, a la que se le asigna el rango de “institución científica oficial en el ámbito de las lenguas y modalidades lingüísticas propias” de Aragón. La denominación en singular de lengua induce a error, dicen, “porque denota como un solo conjunto lingüístico lo que son lenguas y modalidades esencialmente diferentes”.
El anteproyecto de ley se presenta como un texto legal que trata de proteger las lenguas y modalidades propias de Aragón en sus manifestaciones más peculiares, salvaguardando los derechos de los hablantes y respetando la voluntad de estos. En relación con dichos derechos, “paradójicamente, y respecto de la norma 10/2009, el anteproyecto actual rebaja los derechos, porque sustituye el verbo garantizar por reconocer“, dicen.