Verónica Lacasa. Heraldo de Aragón
El delegado cultural de la Generalitat en Lérida amenazó ayer con «repensar» los servicios en áreas limítrofes, algo que ya ha descartado el Gobierno de Aragón
La recuperación de los bienes de Sijena no ha estado exenta de polémica y también ha salpicado a zonas limítrofes con Cataluña como el Bajo Aragón Histórico. Ayer, los técnicos aragoneses, los agentes de los cuerpos de seguridad y los profesionales de la comunicación que se desplazaron a Lérida para recoger las piezas vivieron momentos muy difíciles. Soportaron insultos, silbidos y amenazas. Pero no solo el grupo de ciudadanos catalanes que esperó en las puertas del museo ilerdense reaccionó mal ante el cumplimiento de la sentencia que dictaminó que los bienes debían de volver al Monasterio de Sijena. El delegado cultural de la Generalitat de Cataluña en Lérida, Josep Borrell, realizó acusaciones muy duras hacia Aragón. Opinó que el traslado de las obras se ha precipitado por la situación política y que «es un error fatal». «A los de Aragón, el traslado les puede pasar factura. Hay servicios que presta Cataluña de forma generosa, como el servicio sanitario, pero después de esto podemos decir: pues mira, nos lo repensamos», advirtió. «Es entrar en una dinámica que no favorece a nadie», concluyó.
Desde el departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón restaron importancia a las declaraciones. Subrayan que estos convenios «no se prestan generosamente, sino que tienen compensaciones económicas y una serie de condiciones». Además, desde DGA recuerdan que no son convenios únicos con Cataluña, sino que existen con otras comunidades como la valenciana y que en Aragón también se atiende a ciudadanos de otras regiones por cuestiones de dispersión o distancias.
En el Bajo Aragón Histórico, el área sanitaria de Valderrobres es la única zona que entraría en este convenio de atención urgente (ambulancias). Gracias al mismo, los dispositivos que hay en la capital del Matarraña entran en la coordinación con los de Cataluña, y viceversa, si es necesario. Es un circuito que coordinan 061 y 112 y que funciona con éxito, siempre en beneficio de los vecinos de ambas comunidades.
El presidente de la Comarca del Matarraña, Rafael Martí, destacó la importancia de seguir cooperando entre las dos comunidades, algo que también se hace cuando hay un incendio, por ejemplo. «En las zonas limítrofes estamos muy contentos con estos convenios», dijo.
Solo regresaron 43 bienes
Aragón vivió ayer un día histórico por el retorno de los bienes de Sijena desde el museo de Lleida en el que se encontraban, aunque el alborozo se vio un tanto empañado por el deterioro de algunas piezas y por el extravío de una de ellas, en paradero desconocido. En el camión que abandonó el museo Diocesano de Lérida entre cordones de los Mossos d’Esquadra no encontraron los 44 bienes reclamados por la Justicia, sino 43: se ha perdido un lienzo del siglo XVIII sobre cuya ubicación, no se sabe nada. Además otras piezas están dañadas gravemente y no se sabe si podrán ser restauradas. Lo lamentaron ayer la consejera de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, y su director general, Nacho Escuín, tras llegar el camión con las piezas a Villanueva de Sijena (Huesca). Hoy podrá verlos el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán. En cuanto acabe la visita, comenzará un largo proceso de descripción y estudio de las obras, y si es necesario, de restauración. Todo ello encaminado a hacer del monasterio un espacio de exposición en el que disfrutar de la «joya» que en términos históricos y artísticos son estos bienes, para lo que el Gobierno de Aragón ha invertido 500.000 euros y para lo que tiene previsto invertir más, avanzó la consejera.
El operativo para el retorno de los bienes comenzó la medianoche del lunes y a las cuatro de la madrugada los técnicos del Gobierno de Aragón, acompañados por un letrado de la institución, accedían al Museo Diocesano, en donde esperaban el director del centro y el equipo de conservadores para mostrarles donde estaban. En la identificación ya se comprobó que algunos de los bienes (cajas sepulcrales, lienzos, tablas policromadas, etc…) mostraban deterioro y que uno no aparecía por ningún lado.
Los bienes fueron despedidos por manifestantes contrarios a la decisión. Entre ellos, cargos de la CUP, una de las entidades promotoras, o el diputado nacional de ERC, Joan Tardá.