El complejo histórico y hostelero del Santuario de la Virgen de la Fuente de Peñarroya de Tastavins reabrió sus instalaciones el domingo después de llevar varios meses cerrado al público. En el caso del bar y el restaurante llevaban dos años clausurados. Tras pasar por varias gerencias en los últimos años, en esta ocasión es La Torre del Visco la que decidió apostar por reabrir las instalaciones. La apertura se está llevando a cabo en dos fases. Durante este puente se ha reabierto el bar y cafetería y las habitaciones. El Santuario cuenta con cuatro habitaciones dobles, una suite y un salón privado con una imponente chimenea para el disfrute de los alojados. Las habitaciones dobles podrán reservarse desde 115 euros con el desayuno incluido.
Por su parte el restaurante ubicado en la planta superior de la hospedería se abrirá para la nueva temporada de 2023 y contará con una capacidad aproximada de 150 personas. Estará, asimismo, abierto a eventos, congresos y celebraciones como bodas. «Creemos que será en marzo cuando podamos abrir ya la instalación de manera completa y ofrecer el servicio de restaurante», explicó Jemma Markham, propietaria de Torre del Visco. En cuanto al tipo de cocina Markham subrayó que se tratará de una gastronomía sencilla y con producto del territorio. «Queremos que el bar esté abierto a senderistas, ciclistas y todo tipo de personas que quieran disfrutar de un aperitivo o un generoso plato de cuchara. En el restaurante también apostaremos por la cocina típica del Matarraña», añadió Markham. Para la temporada 2023 se programarán un ciclo de exposiciones de arte y fotografía, así como conciertos. El turismo de bienestar, que busca el relax y la conexión con la naturaleza será una de las apuestas de esta renovada hospedería en el Matarraña.
Durante el invierno, los días de apertura serán de viernes a domingo y festivos en horario de 9.00 a 18.00, salvo reservas especiales para grupos. Para los clientes alojados habrá un servicio de cenas mientras el restaurante se abrirá al publico en general en la primavera de 2023. El conjunto monumental del Santuario Virgen de la Fuente comprende una ermita y una pequeña iglesia, una fuente de quince caños, el edificio de la hospedería y un gran claustro. La ermita barroca data del siglo XIV y destaca por su artesonado de madera de estilo mudéjar, que incluye representaciones de la Cruz de Calatrava y otros motivos heráldicos.
Oferta de empleo
Está previsto que el establecimiento cree a corto plazo dos puestos de trabajo. Sin embargo de cara a la apertura del restaurante será necesario más personal cualificado. Markham no ocultó su preocupación por la realidad que vive el sector hostelero del Matarraña, con una gran pujanza que sin embargo se ve en ocasiones lastrada por la falta de personal. «Nos parece muy importante contribuir a la creación de empleo. Pero también es cierto que existe una gran oferta en el Matarraña que muchas veces no se cubre, por lo que esperamos dar con personal cualificado’, añadió la propietaria.
Un gran vínculo con Peñarroya
Desde Torre del Visco recordaron que pudieron adquirir la finca de Fuentespalda gracias a la familia Palomo, de Peñarroya de Tastavins, que vendió y facilitó la adquisición del edificio a Jemma y a su marido Piers, fallecido en 2013. Markham recordó que la voluntad de Pilar Palomo fue que con su herencia se reparase el magnífico artesonado en la ermita del Santuario Virgen de la Fuente. «Es un proyecto ambicioso pero nos veíamos en la obligación de asumir su gestión porque es un lugar privilegiado en el Matarraña», subrayó la propietaria de Torre del Visco quien subrayó su gratitud a la familia Palomo y a la familia Gil, también de Peñarroya de Tastavins.
30 años de «marca Matarraña»
Cabe recordar que La Torre del Visco fue uno de los establecimientos pioneros en apostar por la marca Matarraña a la hora de vender el destino turístico por todo el mundo, antes incluso de que existiese el Matarraña como entidad comarcal e incluso que se discutiese sobre su vialidad como comarca. En estas tres décadas en palabras de Markham. En cuanto a la evolución del turismo en el Matarraña en estos últimos 30 años, Markham apuntó sobre lo que, a su juicio, suponen las mayores amenazas para el turismo en la zona y para la propia supervivencia del resto de sectores económicos y potenciales paisajísticos.
No dudó en asegurar que la masificación en determinadas zonas y momentos del año y la, a su juicio, «amenaza» de la construcción de parques eólicos suponen el «mayor peligro» que en estos momentos tiene el sector turístico del Matarraña en particular y el empresarial en general. «Existen unas propuestas de construcción de centrales eólicas que creo que acabarían con lo que paisajísticamente es el Matarraña y a cambio apenas dejarían un beneficio económico y social. Las energías renovables son necesarias, pero lo que se propone es un atropello a este territorio», añadió. En cuanto a la masificación que viven determinadas zonas, Markham subrayó que el reto es «redistribuir» por toda la comarca al volumen de visitantes que llega y la desestacionalización. «Podemos morir de éxito. No se trata de promover la masificación y tampoco por atraer solo a un determinado nicho de turistas y de apostar únicamente por la exclusividad. Tenemos el reto de ofrecer alternativas y atractivos en toda la comarca», subrayó Markham.