Serrat se defiende de las críticas y dice que “parla català”.
La consejera de Educacióny Cultura de la DGA, Dolores Serrat, visitó ayer Calaceite para celebrar el vigésimo quinto aniversario del museo Juan Cabré. A media mañana, la plaza España de la localidad congregó a las autoridades, que la esperaban para dar comienzo a los actos de celebración. No eran los únicos. Bajo el pórtico del Ayuntamiento la esperaban ocho vecinos de la localidad que portaban camisetas en las que se podía leer: «Aquí parlem català», aquí hablamos catalán. Era la reivindicación de un sector del municipio que no ve con buenos ojos el borrador de la nueva ley de Lenguas, texto que suprime el término ‘catalán’ y lo sustituye por la definición ‘modalidad lingüística de uso predominante en el área oriental de Aragón’.
El contundente mensaje también estaba presente entre las autoridades que esperaban a la consejera, ya que el teniente de alcalde de Calaceite, Paulí Fontoba, llevaba la misma camiseta. Fontoba es edil por ERC/L’Entesa per Calaceit, formación que pactó con el Partido Popular del actual alcalde, José María Salsench, para constituir el equipo de gobierno local. Así las cosas, Salsench aguantó estoicamente las reivindicaciones de su socio en el Ayuntamiento frente a la consejera Serrat. Y Fontoba pasó por alto el hecho de que su alcalde no hiciera una sola referencia a la polémica ley.
Nada más llegar, Serrat suavizó la presencia del teniente de alcalde con la camiseta y dijo que ella respeta cualquier opción. De hecho, se acercó a saludar a todos los que estaban protestando con sus camisetas frente al Ayuntamiento. Dos de ellos no le devolvieron el apretón de manos.
«Jo sóc catalanoparlant»
Tras la recepción en la plaza, la consejera subió al salón de plenos para firmar en el libro de honor del ayuntamiento. Rodeada de representantes y vecinos descontentos con la polémica lingüística, Serrat intercambió impresiones con el alcalde. Explicó que estaba «encantada de visitar Calaceite». Por su parte, el primer edil le dio oficialmente la «bienvenida al municipio. Sabes que siempre serás bien recibida». Pero Fontoba rompió el buen ambiente político instaurado en la sala y trasladó sus peticiones a la consejera invitada.
«Le pido que respete nuestra cultura. Es algo horrible lo que estáis haciendo y os digo de corazón que espero que reculéis», señaló Fontoba hablando en catalán. El teniente de alcalde explicó a la consejera que «en Calaceite se aprobó una moción a favor del uso y el estudio del catalán en 1985, cuando el Ayuntamiento estaba en manos del PP. Se sacó adelante con sus votos y con los del PSOE». Para sorpresa de los asistentes, Serrat le respondió en el mismo idioma: «Jo sóc catalanoparlant. Jo parlo català». La fluida conversación que mantuvieron es lógica si se tiene en cuenta que Dolores Serrat nació y se crió en Ripoll (Girona), pueblo en el que residió hasta que inició sus estudios en la Universidad de Zaragoza.
La consejera respondió a Fontoba diciéndole que la ley tiene por objetivo «mantener un gran respeto por las modalidades que se hablan en cada municipio». «Solo pretendemos defender las lenguas de Aragón», añadió. Al respecto, el teniente de alcalde instó a la responsable del área de Cultura en la DGA a que respetara «a la comunidad lingüística» y le recriminó por «levantar fantasmas que hacía tiempo que habían desaparecido». Las quejas del edil provocaron aplausos entre los asistentes que llevaban camisetas de protesta.
Consciente de la polvareda que ha levantado el texto en Calaceite, único municipio de Aragón con un concejal de ERC, Serrat salió en defensa de aquellos puntos del texto que podían resultar más polémicos. Se encargó de asegurar que la DGA dejaría margen a cada municipio para que decidiera cuál es el idioma que habla «sin ninguna imposición». Explicó que en «ningún momento» se ha llamado al idioma «aragonés oriental», sino «modalidad lingüística de uso predominante en el área Oriental de Aragón».
También tranquilizó a los vecinos asegurándoles que no se suprimirían las clases de catalán en el territorio. Y, por último, explicó que la ley no será «una interferencia a los estudios lingüísticos que se llevan a cabo en el Institut d’Estudis Catalans. No creemos que sea necesario crear otra academia».
Pese a sus explicaciones, la ley de Lenguas sigue siendo molesta en Calaceite. En el próximo pleno, se prevé aprobar una moción contra el contenido de un texto en el que definitivamente no se prevé la inclusión del nombre del ‘catalán’. El documento será trasladado al Parlamento de Cataluña y al Congreso de los Diputados. Así lo ratificó el portavoz de la iniciativa de protesta, José Ramón Estupinyà. Como en anteriores ocasiones desde la presentación del borrador de la ley, la visita de la consejera levantó expectación en Cataluña. Un periodista de la radio autonómica se desplazó desde Tortosa para seguir el acto de homenaje.