–Pues ahora tenemos un director general al que le encantan los titiriteros.
–Lo honesto en alguien como Vadillo es renunciar, dado que no cree en este sistema. ¡Este señor ha negado la existencia de las lenguas, incluso! Vengo de Estados Unidos, donde he sufrido un terremoto, y me pregunté qué hubiera pasado sin el Estado. El problema es cómo se reparte el dinero, porque el Estado, de una manera u otra, siempre colabora.
mitjançantA. Pérez Lasheras: ‘Muchos políticos nunca creyeron en Labordeta’ – Aragón – El Periódico de Aragón.