Source: Vox pretende eliminar la Oficina de la Lengua Aragonesa – Cierzo Digital
Los concejales de Vox en Zaragoza inspeccionan por sorpresa la Oficina de la Lengua Aragonesa con la pretensión de cerrarla.
Julio Calvo afirmaba hace unos meses que el aragonés es una lengua inventada y que era tan útil como el arado.
Tras la retirada del busto de Abderramán III en Cadrete, Vox ya ha fijado su próximo objetivo cultural aunque sea a costa de sacrificar la historia y las raíces locales o aragonesas.
Según ha podido conocer Cierzo Digital, los concejales de Vox en el Ayuntamiento de Zaragoza Julio Calvo y Carmen Rouco se personaron sorpresivamente el pasado lunes en el Torreón Fortea, sede de la Concejalía de Cultura con la intención de inspeccionar la Oficina de la Lengua Aragonesa. Allí pudieron constatar no «sin cierta desilusión» según cuenta un funcionario municipal, que dicha oficina es tan sólo un puesto de trabajo donde se ubica el responsable de la misma, Miguel Ánchel Barcos, que les dio buena cuenta de sus funciones y el trabajo de la oficina.
Detrás de esa primera salida de los concejales del partido de extrema derecha, se esconde la pretensión de eliminar la Oficina de la Lengua Aragonesa, si nos atenemos al deseo del portavoz de la formación Julio Calvo. En octubre de 2017, en un artículo de un digital aragonés, Calvo se expresaba en los siguientes téminos «Ni he tenido responsabilidades de gestión en el Ayuntamiento ni es previsible que llegue a tenerlas jamás pero si eso llegara a suceder, una de mis primeras decisiones sería cerrar esa Ofizina de la Lengua Aragonesa«.
Se desconoce si la nueva responsable de cultura, Sara Fernández, tiene entre sus planes inmediatos satisfacer las demandas de Vox, si bien la negativa de su partido a la entrada en el Gobierno PP-C’s podría implicar ésta contrapartida entre otras.
Una lengua inventada
Para el portavoz de Vox, la lengua aragonesa es una «lengua inventada» y cuestiona que su defensa suponga «la salvaguarda del patrimonio cultural aragonés».
Las palabras de Calvo fueron contestadas en otro extenso artículo por el propio Barcos, donde recordaba que a la Oficina se destina únicamente el «0’0033 % del presupuesto o dicho de otra forma 3’5 céntimos de euro por habitante y año» a la vez que hacía una defensa tanto desde el punto de vista científico como del cultural del aragonés.
El aragonés tan importante culturalmente como el bricolaje
En su réplica, Julio Calvo hace varias reflexiones que suponen un desprecio a la cultura aragonesa como cuando afirma que «No creo que el aragonés sea más importante para un zaragozano (desde el estricto punto de vista cultural) que la contabilidad, la dietética o el bricolaje» o al decir que el aragonés tiene la misma utilidad «que el trillo, el arado romano o el candil, más bien escasa, o directamente nula».
Se entrevé también el fondo de su ataque al patrimonio aragonés cuando sostiene que el aragonés «no alcanzará jamás la dimensión identitaria» ni el «uso político con que lo son otras lenguas en territorios vecinos», ya que en ese caso «me tendrían enfrente».
Una oficina con dos años de vida
La Oficina de la Lengua Aragonesa se presentó en junio de 2017 por el actual portavoz municipal de Podemos-Equo, Fernando Rivarés, impulsando una enmienda presupuestaria de Chunta Aragonista a la que se destinaron 25.000 euros. El objetivo de dicha oficina es defender, preservar, proteger y difundir la lengua aragonesa, que cuenta con más de 1000 años de historia y más de 7.000 hablantes en la ciudad.
Entre sus retos ha estado el dignificar la lengua aragonesa y de sus hablantes, reconocer el aragonés como expresión de la riqueza cultural de Zaragoza, facilitar su empleo oral y escrito en la vida pública y privada y promocionar estudios de investigación sobre el aragonés en las universidades.
Una de las acciones más visuales de la Oficina fue la intermediación para rotular 16 calles en aragonés junto a su nombre en castellano, todas ellas nombre geográficos del Alto Aragón.