La crisis y el litigio de los molinos lleva a Bordón a plantearse el ATC
La pequeña localidad de Bordón estuvo a punto de unirse a la carrera por conseguir el almacén nuclear el viernes, aunque finalmente el Ayuntamiento, formado por 5 ediles del PAR, votó mayoritariamente en contra durante un pleno extraordinario. La crisis agroganadera, la falta de empleo y las afecciones de tres parques eólicos castellonenses llevaron a este municipio, con 134 vecinos censados, a plantear su candidatura por ser Almacén Temporal Centralizado de resíduos nucleares (ATC).
El debate surgió el jueves durante una reunión en la que se trató el posible cierre de la escuela por la falta de niños. Varios jóvenes padres de la localidad consideraron que un ATC generaría empleo y atraería población. A pesar de que se trata de un territorio protegido, los vecinos propusieron situar el ATC en una zona en la que se han instalado tres parques eólicos, con 70 aerogeneradores, a menos de 3 kilómetros del pueblo, justo en el límite de provincia. “No entendemos cómo las leyes pueden ser tan injustas. Han colocado estos molinos en el límite provincial, pero en la puerta de nuestras casas. Sufrimos el impacto visual y el ruido. Sin embargo, ni siquiera se ven desde los pueblos de Castellón. Ellos se quedan el empleo, los beneficios económicos y las subvenciones. No recibimos ni un euro ni un puesto de trabajo y, por supuesto, no hemos visto compensación alguna”, criticó Félix Jarque, alcalde de la localidad, quien ha emprendido una desigual batalla contra la Generalitat Valenciana.
El debate por el ATC se trasladó de la reunión de padres al bar de la localidad y a los corrillos de vecinos el jueves. “Si la propuesta cuenta con el 98% del consenso vecinal, iremos adelante. Quiero lo mejor para Bordón según la voluntad de sus vecinos”, anunció el alcalde, Félix Jarque, quien todavía desconocía exactamente los pros y contras de la instalación del cementerio nuclear. Jarque y el concejal Carlos Manrique recopilaron toda la información posible en internet la noche del jueves, y convocaron un pleno extraordinario a media mañana del viernes. Antes, convocaron una reunión entre los cien vecinos que viven en el pueblo. Colgaron carteles por las calles y emitieron un bando para que acudiesen los habitantes de las masías. Unas 40 personas asistieron a la cita, cuyo objetivo era analizar el consenso vecinal. El 50% firmó a favor de la propuesta, y el resto en contra, junto con algunas abstenciones.
Los ediles valoraron el hecho de que el pueblo forme parte de la Red Natura 2000, así como que su término se encuentre catalogado por la UE como zona LIC (Lugar de Interés Comunitario) y ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves). Se consultó al director provincial de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, José Antonio Gómez, y a los técnicos de este departamento, quienes les advirtieron de las escasas posibilidades con las que contaría Bordón en la carrera por el ATC frente a otras localidades españolas.
Finalmente, la falta de consenso y las restricciones medioambientales pesaron en la decisión. De los cinco ediles, todos del PAR, tres votaron en contra, uno se abstuvo y otro, residente en Zaragoza, no pudo acudir. No obstante, el alcalde recordó que no cejarán en su lucha contra los aerogeneradores castellonenses. “Nos los han implantado. Se han saltado las normas y alguien tendrá que responder al impacto que generan”, concluyó.
La crisis y el litigio de los molinos lleva a Bordón a plantearse el ATC.