Source: Los pueblos del Matarraña hacen oficiales «topónimos» bilingües – La Comarca
Una comisión de expertos ha denominado «correctamente» los principales lugares
Los nombres de los montes, ermitas, barrancos o ríos son términos que se transmiten de generación a generación en las localidades. Una herencia oral que la Comarca del Matarraña quiere poner sobre papel para que no se pierda y al mismo tiempo, sirva para su consulta en el futuro tanto para sus habitantes como para los foráneos.
Lo están haciendo a dos bandas. Por un lado, a través de la colaboración de la Comisión Asesora de Toponimia del Gobierno de Aragón con una propuesta técnica sobre cómo se deberán llamar los lugares más significativos de cada pueblo si se adopta la denominación local, una serie de términos que en ninguna de las propuestas superan la quincena y en los que había cierta duda de cómo se escriben correctamente.
Por otro lado, con un proyecto mucho más ambicioso para crear mapas toponómicos por municipio en lo que es una iniciativa conjunta con la asociación Cultural del Matarranya (Ascuma). Un trabajo mucho más laborioso y por tanto más a largo plazo. A finales del año pasado presentaron el mapa de Cretas, que ya cuenta con más de 700 términos; y ahora ya están trabajando en otros.
Visto bueno de la mayoría
La iniciativa en la que colaboran con DGA ha estado rodeada de polémica en las últimas semanas aunque más por ciertos sectores interesados en crear crispación social sobre la lengua que en los propios municipios.
En la gran mayoría de los pueblos del Matarraña se han aceptado todos o casi todos los términos que les llegaron por carta desde la Comisión Asesora de Toponimia de Aragón. Los más polémicos, que podrían ser la denominación en catalán del nombre de los municipios, ya incluida en la Ley de Comarcalización, se han aceptado sin problemas en 14 de las 18 localidades, muchas de ellas gobernadas por PP y PAR, partidos cuyos representantes en el Matarraña tienen en algunos casos posturas muy diferentes a las que sus partidos defienden en Zaragoza. Dos de los pueblos, La Fresneda y Torre de Arcas, aún no lo han decidido; y tan solo dos han rechazado el término en catalán: Valderrobres (Vall-de-Roures) y Fórnoles (Fórnols).
En cuanto a los nombres de los parajes más significativos, la mayoría también los aceptaron a excepción de términos que consideran que están traducidos literalmente al catalán normativo y que cuando ellos hablan en su lengua los denominan en castellano. El más común en la mayoría es «església», la forma correcta de escribir iglesia pero que algunas localidades rechazan porque no lo utilizan.
Carta de DGA
Todos los pueblos han recibido en las últimas semanas una carta genérica de la Comisión Asesora de Toponimia de Aragón en la que se recogen las recomendaciones respecto a los nombres de los municipios y de los principales lugares geográficos. Los términos están propuestos por la Comisión de Toponimia, un órgano formado por cuatro expertos de reconocido prestigio y entidades como la Universidad de Zaragoza o el Instituto de Estudios Turolenses, entre otros. A cada municipio se le propone una serie de términos en catalán de lugares como la iglesia, ermitas, ríos, picos o montes; y también el nombre de la localidad.
De hecho, en la carta, de dos folios y firmada por el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, no se denomina de ninguna forma a la lengua que se habla en el Matarraña y, probablemente, esto haya permitido el consenso. Hace referencia a «denominaciones locales» e incide en que el objetivo de esta iniciativa es poner sobre el papel los topónimos de cada municipio ya que «existe cierta disparidad en la forma de transcribir los topónimos dependiendo de las cartografías consultadas llegando a existir nombres inventados o deformados».
Es decisión de cada ayuntamiento cómo los adopta, aplica o difunde. La forma de realizar oficialmente estos cambios de nombre es a través del Consejo de Cartografía. Cada Consistorio decide si quiere enviar al consejo de cartografía que se incluya.
Según se explica en la carta, la Comisión de Toponimia de DGA se encuentra revisando actualmente los principales topónimos del Matarraña y se ha alcanzado una propuesta unánime para establecer los nombres oficiales de algunos de los parajes más significativos. Fue la propia institución comarcal la que revisó el listado que les llegó desde Zaragoza y realizó los cambios que consideró al tiempo que dejó en duda los términos que no sabía con exactitud. «Desde la Comarca no queremos hacer política con esto, aunque eso no quiere decir que algún ayuntamiento quiera dividir. Somos rigurosos con la Ley de Comarcalización que ya puso los nombres en las dos denominaciones», comenta el presidente comarcal, Rafael Martí.
Arens de lledó
Recibieron un listado con una decena de términos que, para su alcalde, Manel Gallén (PSOE), «se queda corta». En su opinión, se debería haber propuesto todos los parajes del municipio. En su caso, lo hablaron todos los concejales, del PSOE y PP, y estuvieron de acuerdo. Para dar el visto bueno optaron por el «silencio administrativo» no contestando a la misiva.
Beceite
La Comisión de Toponimia les ha propuesto alrededor de una decena de nombres. Los únicos que han rechazado son dos: «església de San Bartolomé» y «ermita de Santa Anna» (se quedan con Santa Ana). «No veo ningún problema es tener la doble denominación Beceite y Beseit porque es la que utilizamos», explica Juan Enrique Celma (PP), quien llevará la propuesta a pleno próximamente.
Calaceite
En la capital cultural del Matarraña, gobernada también por el PP con José Mª Salsench a la cabeza, han dado el visto bueno a todos los términos propuestos. «Nos han parecido todos correctos», comenta el alcalde.
Cretas
El Ayuntamiento corrigió varios de los topónimos propuestos por DGA. Es el caso del «pico de Dumanches» que, tras aprobarse en pleno el miércoles, tendrá la denominación en catalán de Domenges. «Nos pasaron una lista y lo que hemos hecho es aprobar los que nos parecen correctos y corregir los errores que hemos detectado», explica su alcalde, Fernando Camps (PP).
Fórnoles
El Consistorio, con tres ediles de PP y PAR, ha sido de los más contrarios a la iniciativa. han rechazado el término «Fórnols» además de «església» y «santuario de la Mare de Déu de Monserrate» (entienden que lo correcto es Nuestra Señora). Lo aprobaron en pleno y mandaron la resolución a DGA.
La fresneda
A la localidad se le ha concedido una prórroga hasta pasado el verano para «estudiarlo con calma». Sí que han detectado el nombre «església» y también que propone como nombre del pueblo «La Freixneda» término popular para escribirlo en catalán pero que los fresnedinos no utilizan en su lengua materna. «Me parece correcto recopilar términos que hasta ahora se han transmitido de forma oral pero sin forzar. Antes no se escribía tanto pero ahora nuestros jóvenes tienen la oportunidad de saber plasmar en papel correctamente lo que hablan», precisa su alcaldesa, Mª carmen Aguilar (PSOE).
Fuentespalda
Han rechazado la palabra «església» y han pedido que el nombre de su pueblo se escriba «Fontdespala» y no «Fontdespatla» alegando que la «t» final no la pronuncian. «Hay cuestiones más importantes para dedicar tiempo a esto pero mientran mantengan la forma en que hablamos, todo correcto», afirma su alcaldesa, Carmen Agud (PAR).
Lledó
El Ayuntamiento, formado íntegramente por ediles de PAR y PP, han pedido que se rectifiquen un par de términos como el de la iglesia. «Pido que respeten nuestra lengua, nuestra pronunciación. No quiero que se llame chapurriau porque chapurrear es hablar mal pero tampoco catalán. Lo importante es hablar nuestra lengua», precisa Ramón Alonso (PAR).
Mazaleón
Su Consistorio ha dado el visto bueno al listado a excepción de la ermita de «Sant Cristóvol», que los mazaleonenses la escriben con «b». «Me parece bien que se de difusión a estos términos siempre cada se denominen como los nombramos», dice su alcaldesa, Exa Sorolla (PP).
Monroyo
Su Consistorio aceptó la quincena de términos que le propuso la comisión de Toponimia como el «barranc de agrebol» o «cap de la serra». «Lo que se propone es escribir lo que decimos. Es necesario para la pervivencia de la lengua», afirma el primer edil monrojino, José ramón Guarc (PSOE).
Peñarroya de tastavins
En Peñarroya se ha aprobado por unanimidad de todo el pleno todos los términos propuestos. Entre ellos el de «església» porque, tal y como precisa su alcalde, Francisco Esteve (PAR), «una cosa es como se pronuncia y otra como se escribe de forma normativa». Su opinión difiere mucho a la de su partido a nivel regional porque pide un reconocimiento oficial para el catalán en todos los términos. «Esto se queda corto, es solo de cara a la galería. Lo principal es el reconocimiento de la lengua que hablamos, hasta que no me pueda dirigir a DGA en mi lengua no lo habrá. Es parte de la cultura de nuestros pueblos y sin embargo se va perdiendo», comenta Esteve.
La portellada
En La Portellada, con mayoría del PAR, le han dado el visto bueno a toda la propuesta que les llegó de DGA. «Estaba todo correcto, no hubo problemas», declara su alcalde, Alfonso Guardia (PAR).
Ráfales
En el Consistorio de Ráfales, con ediles tan solo del PAR, aprobaron todos los términos. Para su primer edil, Fernando Cavero, lo esencial es que no se pierda su lengua y para ello es importante «poner en papel lo que se habla».
Torre de arcas
Su primer edil, Juan Carlos Arrufat (PAR), no tiene constancia de que haya llegado a su Consistorio la carta. Hoy preguntará al secretario.
Torre del compte
En la localidad rechazaron que su nombre en catalán sea «La Torre del Compte» y lo han corregido por «Torre del Comte» alegando que así como lo pronuncian. En otro caso han corregido el topónimos y en otros dos han pedido que la ermita de San Juan y la Iglesia de San Pedro Martir se mantengan en castellano.
Valdeltormo
El municipio, con un pleno exclusivamente de ediles del PAR y el PP, rechazaron «església» y pidieron cambiar «l’estació» por «la estació». Aceptan La Vall del Tormo.
Valderrobres
El pleno rechazó la semana pasada con el apoyo socialista al PP y la sprprendente abstención de CHA el topónimo «Vall-de-Roures» así como la de «església». Aceptaron una quincena más como «l’estació», «riu Pena» o «coll de tombadors», entre otros.
Valjunquera
La localidad ha aceptado el listado de topónimos tal y como le llegó desde DGA con el voto favorable del PSOE y la negativa en pleno de los populares. «Independientemente que unos le llamen catalán y otros chapurriau, la única forma de escribir lo que hablamos es con las normas catalanas. Considero que hay que atender a lo que dicen los linguistas y lo que hablamos es un dialecto del catalán», comenta Susana Traver, la primer edil.