La Franja

Aitor Clemente (alcalde d’Aiguaviva): El Bajo Aragón no reconoce su riqueza lingüística

Origen: El Bajo Aragón no reconoce su riqueza lingüística

En el último Pleno de la Comarca del Bajo Aragón, desde el grupo de GANAR presentamos una moción que tenía como punto principal aprobar la solicitud para la declaración de la Comarca del Bajo Aragón como zona de utilización histórica predominante de la lengua catalana o lengua aragonesa propia del área oriental de la Comunidad. Cabe mencionar al respecto que, según un reciente estudio de la Universidad de Zaragoza, un 8,4% de la población del Bajo Aragón (2.491 personas) declaran conocer esta lengua, mientras que el porcentaje se eleva al 14,6% (4.321 personas) en los que afirman que lo entienden.

Los objetivos de esta moción eran varios. Por un lado, reconocer una evidencia histórica en cuanto a un patrimonio cultural inmaterial con el que contamos en el territorio, que también es una muestra de identidad colectiva en nuestros municipios, y que por ello goce de una protección adecuada, especialmente en lo que tiene que ver con las diferentes variantes locales. Por otro, reconocer los derechos de los hablantes de esta lengua en el Bajo Aragón, y acabar con el abandono y la desidia que la institución comarcal ha tenido desde su nacimiento hacia la lengua materna de los habitantes de un tercio de los pueblos del territorio.

Así pues, el fin de la proposición no era polemizar en torno a la denominación de la lengua, ni mucho menos, ya que sería una discusión estéril por cuanto existen discursos muy polarizados en este sentido. Es evidente que algunas de las terminologías utilizadas tienen un sentido histórico, cultural y, sobre todo, lingüístico, mientras otras sólo tienen un origen meramente político. Personalmente, no entiendo el término ‘chapurriau’ como algo despectivo, ya que es así como hemos llamado tradicionalmente a nuestra lengua en Aguaviva, si bien el famoso invento del LAPAO fue una ocurrencia anticatalanista que nos dejó en ridículo en todo el país.

Por ello, con voluntad conciliadora la moción recogía ambas terminologías, la de la Ley de Lenguas del gobierno PP-PAR (lengua aragonesa propia del área oriental), y la actual reconocida por el ejecutivo PSOE-CHA (catalán de Aragón).

Sin embargo, los intentos fueron en vano. El resto de grupos centraron el debate únicamente en la denominación de la lengua, quedando el resto de aspectos en algo meramente residual. Los argumentos fueron de lo más diverso, y por qué no decirlo, vergonzoso. “Com-plejo de inferioridad”, “intereses políticos en Catalunya”, “apoyo a la colonización catalana”, “tergi-versación de la historia”, fueron algunas de las lindezas que tuvimos que escuchar desde la bancada del PAR, llegando incluso a ataques personales. Para colmo, incluso la devolución de los Bienes de Sijena fue introducida en el discurso, a pesar de que nada tuviera que ver con el tema en cuestión. El portavoz del PP suscribió las palabras del compañero del Partido Aragonés, e incluso llegó a asegurar que “se merecía un aplauso”. Desde el grupo socialista, en una muestra más de la incoherencia a la que ya nos tiene acostumbrados, se optó por rechazar la denominación actual y apoyar la del anterior gobierno.

¿Qué significado tendría el reconocimiento como zona de utilización histórica predominante? El Estatuto de Autonomía de Aragón establece que en estos territorios “se regulará el régimen jurídico, los derechos de utilización de los hablantes, se promoverá la protección, recuperación, enseñanza, promoción y difusión del patrimonio lingüístico de Aragón, y se favorecerá el uso de las lenguas propias en las relaciones de los ciudadanos con las Administraciones públicas aragonesas.” Es decir, nada que ver con imposiciones ni con los argumentos recogidos anteriormente y espetados por el resto de grupos.

El segundo punto de la moción se basaba impulsar el reconocimiento de la realidad bilingüe del territorio bajoaragonés mediante la adaptación del topónimo de la Comarca en bilingüe (Bajo Aragón/Baix Aragó), de igual modo que ocurre en comarcas vecinas como el Matarraña/Matarranya o el Bajo Aragón Caspe/Baix Aragó Casp. Tampoco en este caso se contó con el apoyo del resto de grupos. El motivo principal que “somos menos pueblos, y sobre todo menos hablantes” como si ello nos obligara a gozar de menos derechos, a pesar de que el propio Estatuto de Autonomía establece que nadie podrá ser discriminado por razón de la lengua.

Lamentablemente, la moción no salió adelante, ya que PP y PAR votaron en contra, mientras que el PSOE dio libertad de voto a sus consejeros (1 a favor, 3 abstenciones y 7 en contra). Cabe recordar que sólo hace unas semanas en nuestra vecina comarca del Matarranya sí fue aprobada una moción muy similar presentada por el PSOE, contando con un apoyo claramente mayoritario.

Así pues, una nueva oportunidad perdida para trabajar por la conservación de nuestra lengua, mientras seguimos viendo cómo languidece y cada vez son menos los jóvenes que la hablan y cómo se “castellaniza” a pasos agigantados. Por nuestra parte seguiremos luchando, reivindicando su protección, en el caso del Parlar d’Aiguaiva de una de las variantes más ricas y peculiares de toda la zona, a juicio de numerosos lingüistas y estudiosos de la lengua.

Por suerte, sólo un día después conocíamos que el Gobierno de Aragón creaba la Academia Aragonesa de la Lengua y el Institut del Català d’Aragó, marcándose como objetivos la conservación, promoción y defensa de nuestras lenguas propias. Sin embargo, en este territorio mucho deberán cambiar las actitudes de ciertos sectores para que por fin podamos trabajar conjuntamente por nuestro patrimonio cultural y lingüístico.Ω

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