Origen: Unir y no separar
- Francisco Esteve
Desde hace ya tiempo se habla mucho de unir, tender lazos, que las fronteras son líneas marcadas, en su día, en un mapa,… Palabras en las que creo firmemente pero que para algunos es pura retórica para quedar bien ante la galería, en este caso ante la ciudadanía.
Porque si realmente todos creemos en que la unión hace la fuerza y que unidos seremos más fuertes hay que empezar a trabajar seriamente en aspectos básicos como son las comunicaciones. Esta semana representantes del Gobierno de Aragón y de la Generalitat Valenciana se reunían para hablar de infraestructuras como la N-232 o la línea ferroviaria que une Teruel con Valencia. Un paso importante que no debe quedarse simplemente en una reunión, esperemos que así sea.
Pero no me quiero olvidar de otras infraestructuras viarias que muchas veces pasan desapercibidas para el gran público, pero le aseguro que son vitales para los ciudadanos que las utilizan día tras día. Concretamente me gustaría reseñar dos viales que unen el Matarraña con Cataluña y Valencia respectivamente. Por una parte tenemos la carretera de Lledó a Arnes. Por otra la que va de Peñarroya de Tastavins a Herbés. 2 viales abandonados, por los siglos de los siglos… Carreteras de las que en demasiadas ocasiones las administraciones se desentienden y que incluso en alguna ocasión parece que no sean competencia de nadie.
Por ello, creo que las administraciones autonómicas y provinciales deberían ser más responsables y sensibles con estas carreteras y territorios que parece que estemos situados geográficamente en tierra de nadie. Tiene que apostar, de una vez y firmemente, por la unión, por mejorar las comunicaciones, por aportar su granito de arena en la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos. Una carretera en condiciones significa unión. Una carretera intransitable contribuye a la separación. Por el futuro de nuestro territorios esperemos que podamos estar unidos.