Ángel Boya Balet, simpatitzant de Ciudanos
Dada la actual virulencia del independentismo catalán, basado, según los separatistas, en la existencia de la nación catalana, que a su vez se basa en la existencia de una lengua propia, el catalán, me permito esbozar unos trazos sobre esa lengua para poder enjuiciar la pretensión de independencia.
Desde Provenza en el sur y la región de Limoges en el centro de Francia hasta Murcia, incluida, la evolución del latín vulgar sobre un sustrato de la lengua ibera precedente, a partir de la caída de Roma el 476 d C, produjo una serie de lenguas romances. Lenguas o dialectos entre sí emparentadas, autóctonas, coetáneas, similares y mutuamente comprensibles, que los nacionalistas catalanes agrupan con el genérico “catalán”.
Prat de la Riba, sistematizador y potenciador del independentismo catalán, confirma estas afirmaciones: “En las costas del mar Sardo va a encontrarse la etnos ibérica, la nacionalidad ibera extendida desde Murcia al Ródano, o sea desde las gentes libio fenicias de Andalucía oriental hasta los ligures de la Provenza”.
En el Levante de la península Ibérica se dan por lo menos los siguientes dialectos con las características que hemos citado: Aptitxat, Meridional, Alicantí, Mallorquí (de Tarbena i la Vall Gallinera), Valencià, Murciá (desaparecido), Ribagorçà, Pallarès, Lleidatà, Tortossí, Matarranya, Maestrat, Castellonenç Salat de la Costa Brava, Barceloní, Tarragoní, Xipella, Mallorquí, Menorquí, Eivissenç. A las que hay que añadir el chapurriau de la franja oriental de Aragón, hoy llamado Lapao (Lengua aragonesa propia del área oriental). A estos dialectos, localizados en España hay que añadir todas las variantes de la lengua occitana, localizadas en el sur y centro de Francia, que tienen las mismas características de las españolas, entre ellas el limosín, el aranés, el gascón, el provenzal (la lengua de los trovadores). etc.
Hoy día, junio 2013, los habitantes de Limoges (centro de Francia) que conozcan el limosín, no tienen dificultad para comprender los dialectos hablados en la región de Cataluña, o en la de Valencia, lo que confirma que existe una misma lengua fraccionada en dialectos, algunas de cuyas piezas son los dialectos usados en el pasado y en la actualidad en el territorio llamado Cataluña.
El rey de Aragón, de Valencia, de Mallorca y conde de Barcelona y Montpellier, Jaime I, escribió su Crónica, en una de las variedades del occitano, el lemosín, que hoy los nacionalistas consideran catalán, lo que es una prueba más de la existencia de esa lengua común.
Por el contrario el castellano del que se derivó el español, sí que es una lengua no fraccionada y absolutamente original y distinta de sus vecinas.
Prat de la Riba decía: “Una lengua en estado natural, sin cultivo literario va a ser una conjunto de dialectos”. “Cuando una lengua permanece siglos en este estado de incultura o por ser absorvida por la invasión de una lengua superior o por descomposición interna, se trocea y se deshilacha en dialectos”. En este caso la lengua superior fue el castellano, desde hace cuatro siglos llamado español en todo el ancho mundo, salvo en España por influjo de los independentistas catalanes, quienes negando la existencia del idioma español pretenden negar la existencia de España. Del mismo modo que afirmando la existencia del catalán cree que crean la nación catalana. ¡El poder del lenguaje!
¿Cuál es la razón para que se considere a todos estos dialectos de esa lengua común, lengua catalana? ¿Por qué se apropian los nacionalistas de todos esos dialectos que se hablan en regiones muy alejadas y con una extensión muy superior a la de Cataluña? Respuesta: el fervor nacionalista catalán, es decir, la sinrazón.
¿Qué se entiende por lengua catalana? Si por lengua catalana se entiende la hablada por el mayor número de habitantes en la región catalana, habrá que concluir que el catalán por excelencia es el español. Lengua hablada por la totalidad de los habitantes de esa región.
Si por lengua catalana se entiende, alguno de los dialectos derivados de la evolución del latín vulgar en territorios previamente ocupados por poblaciones de habla ibera, en ese caso no habría motivo para que alguno tuviese preferencia sobre el resto. Así que ninguna región debería apropiarse de lo que le excede y supera. Es decir que no existe el catalán.
¿Cómo puede entonces decirse que existe el catalán?