La Franja

La presa del Bergantes evitará la inundación de Calanda y Alcañiz

La presa del Bergantes evitará la inundación de Calanda y Alcañiz.

La futura presa del Bergantes eliminará el riesgo de desbordamiento del pantano de Calanda, evitando así también la inundación de las localidades de Calanda y Alcañiz, los principales municipios afectados en caso de derrumbe. «Cuando se construya la presa de laminación, el embalse se podrá llenar con más tranquilidad», destacó José Fernando Murria, presidente de la Comunidad Central de Regantes del Guadalope. «Es beneficioso porque le da mucha seguridad a Calanda, ya que la presa va reteniendo agua y soltando poco a poco lo que puede absorber el pantano», añadió. Actualmente, no se permite que se encuentre al 100% de su capacidad en temporada de Gota Fría, por el temor a que el agua que traiga el Bergantes no pueda salir por el aliviadero y pueda producirse una catástrofe similar a la que ocurrió en Tous (Valencia) en 1982. En este caso, las lluvias torrenciales aguas arriba del pantano y una serie de errores humanos provocaron que el embalse se desbordara provocando una crecida de 16.000 metros cúbicos por segundo, la mayor registrada en España. Además, se registraron más de 30 muertos y en localidades como Benegida, tan sólo quedó en pie la iglesia de la localidad. En lo que concierne al río Bergantes, la principal situación de riesgo se produjo en el año 2000, cuando este afluente del Guadalope alcanzó un cauce máximo de 1.339 metros por segundo.

La posibilidad de que se utilice la presa de laminación también como embalse de reserva, tal como propusieron Aguaviva y La Ginebrosa en 2008, ha sido desechada por la Confederación debido a su inviabilidad. Desde la institución, explican que en el caso de que se embalsara agua en la presa, ésta perdería sus funciones de laminación por lo que el riesgo de avenidas continuaría existiendo. «El objetivo no es regular ni embalsar, sino generar una protección para las localidades que se encuentran aguas abajo», matizó Xavier de Pedro, presidente de la CHE. El proyecto contempla una planta de hormigón de 474 metros de longitud y una altura de 64 metros. La superficie sobre la que se asentará ocupa en su mayor parte de terrenos de titularidad municipal, por lo que, a falta de determinar el número de particulares afectados, la CHE prevé que el número de expropiaciones será muy reducido. «Una vez recogidas las alegaciones y realizado el informe del proyecto definitivo, detallaremos con los ayuntamientos el tema de las expropiaciones y de la restitución territorial», explicó de Pedro. El presidente de la institución añadió que se reunirán con Aguaviva y La Ginebrosa cuando se dé este paso para analizar cuáles son sus necesidades y estudiar cómo pueden compensar las pérdidas. «Hay que hablar con los ayuntamientos para compensar esta cesión, con la que realmente se beneficia a las localidades que están aguas abajo», reiteró.
Actualmente, la Confederación está manteniendo reuniones con los agentes implicados en el proyecto para detallar las funciones de la presa y resolver dudas planteadas.

Tramitación del proyecto
Tras la presentación de alegaciones por las partes afectadas en los próximos 30 días, la Confederación deberá responder y fundamentar una por una estas sugerencias para poder elaborar el informe definitivo y enviarlo al Ministerio de Medioambiente para su tramitación, junto con el informe del impacto medioambiental.

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