Carles Terès presenta Licantropia.
A lo largo de la veintena de capítulos de la obra, que arranca con unos inquietantes hechos ocurridos en 1759, el lector irá descubriendo los secretos de la zona y “verá emerger una parte oscura, que no tiene por qué ser mala”.
Acompañado por el editor de Edicions de 1984, Josep Cots, el autor del Matarranya ha explicado este martes en rueda de prensa que ha construido una historia con un grueso argumental que transcurre en la actualidad, con un hombre feliz, de personaje protagonista, en un entorno idílico, “que no es tan bueno como parece”.
A lo largo de la veintena de capítulos de la obra, que arranca con unos inquietantes hechos ocurridos en 1759, el lector irá descubriendo los secretos de la zona y “verá emerger una parte oscura, que no tiene por qué ser mala”.
Residente en el pequeño pueblo de Torredarques (Teruel), Carles Terès ha reconocido que difícilmente hubiera podido escribir la novela si hubiera continuado viviendo en Barcelona -ciudad en la que nació hace 50 años, hijo de padres aragoneses- porque son las tierras en las que reside desde hace varias décadas las que le inspiran.
Por ellas pasea en muchas ocasiones en solitario, incluso de noche, “lo que va creando un poso”. “El tema fantástico siempre me ha gustado, a la vez que me interesa mezclar situaciones inquietantes con las de la cotidianeidad”, ha precisado.
Respecto a la lengua empleada en la novela, señala que ha realizado un “trabajo dialectal lo más cuidado posible, sin un exceso de barbarismos”.
Lector de Lovecraft y Edgar Allan Poe, tampoco ha escondido que le hubiera gustado escribir ‘La pell freda’, del barcelonés Albert Sánchez Piñol, una obra que le impresionó cuando la leyó por primera vez.
Nacido en Barcelona en el año 1962, Carles Terès vive y trabaja entre Torredarques y Alcañiz (Teruel), donde publica como columnista en medios locales como “La Comarca d’Alcanyís” y “Temps de Franja”.