La Franja

ABC confón la Franja: Durán i Lleida y la cantera maña del nacionalismo catalán – ABC.es

Durán i Lleida y la cantera maña del nacionalismo catalán – ABC.es.

 

Día 11/01/2013 – 11.03h

Aragón ha dado conocidas caras a la cantera de CiU, incluso desde Calatayud

Josep Antoni Durán i Lleida, ahora políticamente en sus horas más bajas, es el exponente de esa cantera del nacionalismo catalán surgida en la España de la que reniega la actual CiU liderada por Artur Mas. Durán i Lleida, cabeza visible de Unió Democrática de Cataluña -una de las dos patas de la coalición CiU- y que se sumó meses atrás, muleta en mano, a la manifestación independentista de la última Diada, tiene su cuna en Aragón. Nació en la localidad oscense de Alcampell en 1952, pero eso no le ha impedido presentarse como parte de la «Cataluña nacional».

Nunca ha renegado de origen geográfico, porque para él Alcampell es «un pueblo pequeño de la Franja de Ponent», aunque no exista tal poniente catalán. La realidad es que se trata del levante de Aragón, no una parte del solar de Cataluña.

«Cataluña como país»

Nació, creció, jugó y estudió en Aragón. Sus primeros estudios, en la escuela pública de su pueblo. Luego, en el instituto de la también oscense Tamarite de Litera. Fue ya en su juventud cuando marchó a estudiar a tierras leridanas, donde se licenció en Derecho. Y fue en sus años de estudiante universitario -según ha dejado escrito él mismo- cuando «descubrí todo lo que significa Cataluña como país». En 1979 se estrenó como teniente de alcalde del Ayuntamiento de Lérida. Un año más tarde pasó a ocupar puestos en la Generalitat, en 1982 comenzó su dilatada carrera en el Congreso enlazando legislatura tras legislatura como diputado de CiU, parlamentario europeo, diputado en el Parlamento de Cataluña…

Del Jalón a la Generalitat

Esta conversión de un aragonés en cara visible del nacionalismo catalán se dio también en María Eugenia Cuenca Valero. Si en Duran i Lleida su cuna estaba en un pueblo aragonés a tiro de piedra de Cataluña, la de Cuenca Valero estaba más cerca de Madrid que de Barcelona. Pero eso no impidió que fuera, hasta hace pocos años, una de las caras más conocidas del nacionalismo catalán. Nació en Calatayud en 1947, de familia bilbilitana, de la misma ciudad en la que las Cortes medievales juraron heredero a quien luego sería rey Fernando El Católico. Nació, creció y estudió en Calatayud. Luego en Zaragoza, en cuya Universidad se licenció en Derecho.

Su matrimonio con el empresario catalán Ramón Pla i Nadal supuso el inicio de su tránsito político hacia el nacionalismo. Se incorporó a Convergencia Democrática de Cataluña -la otra pata de CiU-, donde también militaba su esposo. Y llegó la catalinación del nombre: Maria Eugènia Cuenca i Valero, más cómodo para figurar en las listas electorales desde las que empezó a ocupar cargos de relevancia en la órbita del nacionalismo catalán: secretaría general de Enseñanza de la Generalitat entre 1982 y 1986, diputada en el Congreso, número dos del Gobierno de Pujol entre 1992 y 1995, como consejera de Gobernación, y luego diputada en el Parlamento catalán durante dos legislaturas, desde 1999.

Deriva independentista

María Eugenia Cuenca, eso sí, enarboló el nacionalismo catalán, pero sin llegar a pregonar abiertamente el independentismo. De hecho, esa deriva que intuía ya en junio de 2000, en vísperas de un congreso interno de CDC, le preocupaba. En un artículo que publicó por entonces, advertía en tono crítico de los «mensajes» que empezaban a cundir entre sus filas y que eran «percibidos por los ciudadanos como una deriva, un tránsito hacia posiciones alejadas de la centralidad». Y afirmaba que no era el mejor camino. «¿Debe virar CDC decididamente hacia estas nuevas posiciones? Mi respuesta es que no», decía con rotundidad. Apostaba entonces por algo bien distinto de la deriva soberanista marcada por la actual CiU de Artur Mas. Para ella, CDC debía ser -escribía entonces- un partido «líder de la centralidad», agente político enfocado hacia «un grandísimo número de ciudadanos, nacionalistas o no, de expresión castellana o catalana». Casualidad o no, dicho eso su figura empezó a diluirse en CiU hasta acabar por apartarse de la política activa.

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