La nueva Ley de Lenguas continúa su tramitación tras rechazo de las enmiendas.
La oposición ha coincidido en que “no tiene un soporte filológico”, no protege ni normaliza el uso del aragonés, parte del patrimonio cultural de la Comunidad.
Tanto IU como CHA han coincidido en destacar que esta iniciativa, que “no tiene un soporte filológico”, no protege ni normaliza el uso del aragonés, parte del patrimonio cultural de la Comunidad, y por lo tanto lo aboca a su “desaparición” y “muerte”.
Este proyecto de ley de uso, protección y promoción de las lenguas y modalidades lingüísticas, que ha sido defendida por la consejera de Educación, Cultura y Deporte, Dolores Serrat, recoge la pluralidad lingüística en dos zonas concretas, en el Pirineo y Área Oriental y elimina la normalización del uso del catalán.
“Estamos ante un proyecto de ley que faculta para todo, pero que no impone nada, que busca unir pero no dividir, o dicho de otra manera, que pone acento en lo que une no en lo que nos separa”, ha indicado Serrat.
En el debate de la enmienda a la totalidad presentada por CHA, Ibeas ha lamentado que en las Cortes de Aragón se haya roto un “consenso” en materia lingüística, que sí que hubo hace años, como en 1993 cuando una resolución del Justicia de Aragón señaló que existían tres lenguas en la Comunidad.
En ese momento, ha recordado, no había problemas para llamar a las tres lenguas por su nombre, porque se entendía que lejos de ser algo negativo, son un “privilegio”para Aragón.
“El aragonés necesita una normalización, para que se hable, se escriba y se investigue sobre ello. Esta ley lo que va a hacer es que sea imposible la supervivencia de Aragón porque si no se protege se muere”, ha precisado.
Por su parte, el diputado de IU, Adolfo Barrena, ha lamentado que esta ley no reconozca los derechos de parte de la población, aunque sea “minoritaria”, y pretenda negar la realidad trilingüe de Aragón.
“Ni en la intervención de la consejera, ni en el texto se menciona que en Aragón, además del castellano, se habla el aragonés y el catalán”, ha explicado Barrena, quien ha recalcado que el Gobierno no tiene “legitimidad” para “imponer” esta ley.
Por ello, han solicitado la retirada de la iniciativa para poder debatir otra que incluya todas las lenguas que se hablan en Aragón, y que ahora está “en el limbo”, y garantice un “derecho de esta tierra”.
El partido socialista, por su parte, ha criticado que ahora se modifique la actual Ley de Lenguas, aprobada por el anterior gobierno del PSOE-PAR, en lugar de ocuparse por los “graves problemas” que afectan a la sociedad, “más prioritarios”.
Por otro lado, la diputada del PAR, María Herrero, al igual que el PP, ha defendido el nuevo proyecto de Ley, aunque ha reconocido que éste ha sido un asunto “pendiente” y “mal resuelto”, de lo que ha responsabilizado en parte a todos los partidos representados en las Cortes, incluido el PAR.
Ha insistido en que su formación no es “anticatalanista”, sino “profundamente aragonesista”, y ha manifestado, a este respecto, que una ley de lenguas no debe asentarse únicamente en criterios filológicos, sino que tiene que tener en cuenta también otros ámbitos
Entre ellos, los aspectos culturales, sociológicos, históricos e incluso “de emoción”, ha destacado.