Con el aragonés, siempre ha sido necesario estar en la trinchera | Heraldo.es.
Ánchel Conte Cazcarro (Alcolea de Cinca, Huesca, 1942) es Doctor en Historia y uno de los más importantes escritores en aragonés. Labordeta, Manolo García y Olga y los Ministriles han cantado sus poemas.
-Más o menos lo de siempre: escribir algún poema, leer algo, pero poco; engancharme a internet, dormir un poco más de lo habitual… Nada especial. Siento pereza para hacer trabajos que me exijan mucha atención, sea estudios de historia o sea prosa literaria.
2. ¿Dónde veranea?
-En Vera, Almería, paso parte de las vacaciones, evitando el mes de agosto porque el turismo es terrible. Me gusta Barcelona en agosto porque hay poca gente, y en ocasiones salgo al extranjero, aparte de ir a Huesca.
3. ¿Es de playa, de montaña, de ciudad o de pueblo?
– Soy de mar (que no de playa) cuando no hay mucha gente, voy poco a la montaña últimamente, menos aún a mi pueblo. Vera y Barcelona son mis sitios de vacaciones, si no es que hago algún viaje especial. He ido en los tres últimos años a Italia, Turquía, Egipto y Rusia.
4. ¿Qué hace diferente al resto del año?
-No cambio mi vida, apenas. Cocino cada día del año (cada vez me gusta menos comer de restaurante), camino no lo que debiera, no me gustan las tertulias y la partida de cartas con un grupo de amigos se hace cada semana durante el curso y no en vacaciones
5. ¿Cuál ha sido el viaje de verano de su vida?
-No han sido uno, han sido varios. El primero fue mi estancia en la Universidad de Perugia, un curso en un mundo que para un español de la dictadura era la libertad, me sentí por primera vez en mi vida completamente libre y supe mejor lo que suponía la dictadura. El segundo, mi primer viaje a Guatemala, cuando el país estaba en guerra y viví intensamente la belleza única de aquella tierra y el drama de sus gentes. El tercero, Siria, un país que me enamoró y al que deseo ardientemente volver; sus monumentos, sus paisajes y sobre todo su gente… Me di cuenta de que mi pobre árabe me permitía entenderme con ellos y aquello fue muy emocionante para mí. De este viaje nació el poemario ‘E zaga o mar o desierto’.
6. El verano está asociado a la infancia y a la adolescencia. ¿Cómo fue esa época?
Mis vacaciones en Alcolea cuando ya nos habíamos trasladado a vivir a Barcelona, el reencuentro con los amigos, con mi paisaje, con las Ripas… Y mis vacaciones en Alloza, con Eloy Fernández Clemente y Pilar, su hermana. Descubríamos la vida juntos, la amistad y yo viví en Alloza mi primer enamoramiento imposible de un chico que vivía en Senegal. Fue una experiencia hermosa, pero al tiempo dura porque aquello no pudo ser. Después mis vacaciones en Robres, en un paisaje y con una familia que, para bien, han marcado mi vida. Creo haber tenido una infancia y una adolescencia felices. No tuve traumas religiosos, me sentía libre, creo que sabía bastante bien lo que quería porque me conocía a conciencia y me aceptaba tal como era.
7. ¿Cuál es su mejor recuerdo de entonces?
-Son muchos, muchísimos. Pero si hubiera de quedarme con uno creo que elegiría el despertar del amor y del sexo a una edad muy temprana.
8. ¿Qué tipo de lecturas u otras actividades sueles hacer en estos días? ¿Cómo es el menú ideal de un día perfecto?
-Leo, por desgracia, poco, estoy muy perezoso, prefiero escribir, bien sea poesía o estudios de moros. Desde hace un año salgo casi a poema diario que publico en Facebook, en una página que se llama ‘Queremos más obras d’Ánchel Conte’. Por otro lado, ando metido con los mudéjares de Barbastro y de su comarca. El menú del día ideal sería levantarme tarde, desayunar pausadamente, leer la prensa, salir un rato, cocinar y comer con mi compañero, atontarme un rato delante del televisor y por la tarde-noche darle a la creación literaria o al trabajo de investigación, o las dos cosas a la vez, ah, y acostarme tarde, no antes de pasada la una.
9. ¿Qué libro, qué cuadro, qué museo, qué película, qué canción o qué álbum están asociados a un verano inolvidable?
-Libro: parece una barbaridad, pero ‘La Celestina’, en Alloza, a los 12 años. Un cuadro no, un conjunto de pintura que me dejó marcado para siempre: la basílica de Asís, tanto la inferior como la superior con los frescos de Giotto, aquel verano en Perugia. Una película: ‘Roma citta aperta’ de Rossellini. Canción: otras vividas en Perugia: ‘Bandiera Rossa’, que canté montones de veces, ‘Tanto pe canta’, de Nino Manfredi, y ‘Bugie’, de Mina. Nos pasábamos horas escuchándolas en un bar frente a la universidad.
10. ¿Cuál ha sido el gran personaje de sus veranos?
-De la infancia y de la adolescencia, mi amigo Antonio, de Alcolea, que murió en accidente cuando teníamos 26 años.
11. ¿En qué han cambiado los veranos con internet? ¿Y con la crisis?
-Con internet, mucho; gracias a eso he sufrido una fiebre creadora tremenda. Ver que mis poemas llegaban a ser vistos por más de 5.000 personas en una semana me animaba a escribir como loco. Me permite leer mucha prensa extranjera (italiana, francesa y en lengua portugués), mantengo relación con mucha gente y gracias a internet he recuperado amigos viejos y montones de exalumnos, lo que ha sido una alegría. La crisis no me ha afectado…, por ahora. Teniendo en este país ahora la pensión máxima me parecería miserable quejarme con el paro que hay y con los salarios del común de los españoles, que trabajando ganan menos que yo.
12. Su vida está vinculada al Alto Aragón y al aragonés. ¿Son buenos tiempos para el aragonés y la escritura en aragonés?
-Todo lo que investigo es historia altoaragonesa. En cuanto a la creación literaria, toda es en aragonés. Nunca han sido buenos tiempos para esta lengua y siempre ha sido necesario estar en la trinchera. Nunca se ha protegido realmente la lengua, ni siquiera la ley que salió adelante con los votos de PSOE y CHA era una buena ley, porque dejaba a las lenguas propias en inferioridad respecto al castellano: ni eran cooficiales ni eran de estudio obligatorio, todo en las zonas de uso dominante, y eso suponía que las relegaba a la categoría de lenguas de segunda. Pero es que lo que está haciendo el gobierno PP-PAR exige que salgamos a la calle, porque con su ley van a matar el aragonés y el catalán, ya que ni siquiera se les reconoce el nombre. Llevo desde 1966 en el tajo y no pienso reblar.
13. ¿Cuál es la mejor, la más extraña o sorprendente anécdota veraniega vinculada a su profesión?
-Fue en julio, al regreso de un viaje al extranjero con el grupo Viello Sobrarbe, cuando me enteré de que la Administración me echaba de Aínsa. A la semana tenía trabajo en el colegio de los Labordeta, en Zaragoza, el Santo Tomás. Justo un año después de la fecha en que me enteré de la expulsión, coincidiendo el día, aprobé las oposiciones.